“El periodismo es difundir
aquello que alguien no quiere que
se sepa, el resto es propaganda”.
Horacio Verbitsky
Existen muchas profesiones a las que se dedica la gente según sus aptitudes pasiones e intereses. El periodismo en particular, es una profesión que consiste fundamentalmente en hacerse de información, verificarla, procesarla, darle un tratamiento noticioso y difundirla a la población. Pero más allá de esta concepción, es una disciplina para quienes gustan de escribir, de analizar, de contar historias, de plasmar en una caricatura, de hacer reportajes e investigaciones; disciplina que forma y forja un carácter.
Es una noble profesión que, ante un país con un sistema democrático, con derechos consagrados en nuestra Constitución, como lo es la libertad de expresión, la libertad de prensa, el derecho de réplica, entre otros, no se entiende que México sea un país tan peligroso para ejercer esta profesión. Articulo 19 refiere el asesinato de 115 periodistas en México del año 2000 a marzo de 2018; la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, en su Informe estadístico de diciembre de 2017, registra de 2000 a 2017 104 casos, en donde Chihuahua y Veracruz, sobresalen en dicho periodo con 16 casos cada uno, seguido de Tamaulipas y Guerrero con 12 casos respectivamente. Otras instancias, como el diario EL UNIVERSAL refería el 06/10/2017 que hasta ese momento (sólo en 2017) sumaban once los asesinatos de periodistas en México, indicando con ello, que nuestro país era uno de los más peligrosos para ejercer el periodismo. Freedom House ya clasificaba a México como un país “parcialmente libre” para ejercer el periodismo, o bien, Reporteros Sin Fronteras determinaba que México es el segundo país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo.
No hay razón para estas cifras, además de que han sembrado en el camino una serie de daños irreversibles para el periodismo en México. Bien vale la pena dar una buena revisión a diversos estudios, recomiendo el de Knight Center for Jounalism in the Americas, concretamente el estudio Estrés Traumático Secundario (ETS) en periodistas mexicanos y defensores de derechos humanos.
Estos antecedentes, más otros que han registrado diversos medios de comunicación, hacen propicio el momento para preguntarle a los candidatos a la Presidencia de la República, así como a las y los candidatos a legisladores federales ahora que ya iniciaron estas campañas, qué propuestas concretas tienen respecto a la protección del ejercicio periodístico en México, para su libre ejercicio, para la protección de periodistas, para el pleno desenvolvimiento de los medios de comunicación, para el fortalecimiento de las instituciones encargadas de investigar y perseguir los delitos que se cometen en contra de quienes ejercen la actividad periodística, así como la implementación de diversas estrategias en las que invariablemente deberán participar varias dependencias del Estado.
Se conocen pronunciamientos aislados al respecto, pero sería bueno conocer propuestas integrales por parte de las candidatas y los candidatos. Estaremos atentos.
En tanto, la cobertura que hagan los medios de comunicación a los procesos electorales tanto federales como locales y la libertad con la que puedan llevar a cabo su cobertura, la atención que tengan sus entrevistas, reportajes o investigaciones, serán sin duda un indicador de la dignificación del quehacer periodístico y del pleno desarrollo de los medios de comunicación.
Un país democrático debe ser un país libre, con un periodismo pleno, abierto al escrutinio permanente de los medios de comunicación.
Analista político. @fdodiaznaranjo