El Estado Mexicano considera a la salud un bien jurídico y tutela el derecho de toda persona a su protección y el respeto a los derechos humanos. El derecho a la salud se fundamenta en los valores históricos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Para ello, en 1983 se ha elevado el derecho a la salud a rango Constitucional para dar base a un sólido e integrado Sistema Nacional de Salud.
Es desolador que los Planes Nacionales de Desarrollo y sus Programas Sectoriales de Salud en los últimos 30 años, no ofrezcan resultados solo declaraciones triunfales de funcionarios por lustros éstas se orientan a la Cobertura Universal de la Salud. Situación no cumplida.
Sobre los médicos Existe un franco desequilibrio en la formación y desarrollo de ellos, la distribución geográfica y disponibilidad no encuentran relación alguna, cerca del 70% de los médicos que se titulan anualmente no tienen cabida en el sistema de salud mediante el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias, aspiran más de 30,000 para ocupar 6,000, 8,000 mil plazas de diversas especialidades. De ese grupo de médicos con plaza surgió la petición económica de pago atrasada misma que a cuentas gotas se está cubriendo. Posiblemente se cubra el rezago pero no el problema de fondo, el limbo laboral en que se encuentran.
Los médicos especialistas tendrán que certificarse en diversas especialidades, estarán en condiciones de cumplir exigencias sociales de mejor atención y calidad superior. Cumplen, no obstante la precariedad de las instituciones y las suyas propias; ellos son los que generan el conocimiento nuevo y prácticas perfeccionadas. Lo más grave se refiere a la población médica que revela falta de equilibrio y causa de tensión social, no encuentran acomodo más de 25,000, 30,000 médicos anualmente, el Sistema de Salud no los incorpora por falta de plazas; esta desarmonía es una falta grave del Estado. A lo largo de los años priva el resentimiento y frustración; en este contexto cómo no recordar la enorme cátedra de dignidad impartida por Norberto Treviño Zapata; Ismael Cosío Villegas, B. Castrovillagrana y más aún Ignacio Chávez; 1964 – 1965 surgió El Movimiento Médico en México; se inició, por un absurdo detonador, los médicos residentes del Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE no recibieron su gratificación. Hubo un paro, solidaridad, crecieron las peticiones, hubo burlas, promesas, represión, se dijo: “La justicia no se exige, se otorga”, pasión y exaltación durante un tormentoso proceso de 18 meses, entrevistas con un gobierno represor; al fin se renovó y fortificó el espíritu de unión, se reconoció su labor médica, hoy en realidad el espectro general de los cambios del sistema de salud es difícil de resumir, no lo es menos tratar de explicar rezagos que apuntan la desproporción entre recursos materiales y logros alcanzados; en condiciones de extremas limitaciones los residentes hacen lo propio, atienden al que los necesita.
La realidad es fácil de resumir: Inequidad y fragmentación; misma que ha llevado al Secretario de Salud a calificar como “un desastre”; el momento del cambio implica que lo que perfila la presente administración, en términos de salud, sea una realidad plasmada en los médicos; así le irá bien al pueblo. No vivimos en Arcadia, la realidad es la siguiente, los pacientes padecen su enfermedad, los médicos también padecen.