Si queremos explicarnos la política partidista del presente, tenemos que empezar por fijar nuestra atención en el año que entra.

¿Por qué? Porque la elección presidencial, por primera vez, no será entre varias opciones. No tendrá el elector en mente varios candidatos para elegir. Sólo será entre dos. Vamos a asistir a un plebiscito: AMLO SI vs. AMLO NO.

La litis será entre dos visiones representadas por dos personas, solamente.

Vivimos tiempos interesantes en donde muchas cosas parecen cambiar. ¿Dónde quedaron la alianza por México entre el PRI y el PAN para impulsar las reformas estructurales; la extraordinaria comunicación entre estos dos partidos con sus aliados, como el PRD, el Verde o Nueva Alianza; la militancia leal y comprometida de muchos personajes, entre ellos Margarita Zavala, para con su partido; la cortísima lista de suspirantes a candidatos independientes? Todo ello, en un santiamén, de repente, se transformó.

Y muchas personas me preguntan cuál es mi análisis sobre lo que sucede. Dicen: “Hasta hace poco todos eran brothers y ahora no entiendo el pleito entre el PRI y el PAN. ¿De dónde salieron 86 aspirantes a independientes? ¿Qué es lo que está ocurriendo?”.

Y mientras la gente se encuentra confundida, la realidad es muy clara. El 2018 cambió alianzas y prioridades porque va a ser un plebiscito, más que una elección entre opciones diversas.

Pero, ¿quién sería el Presidente de la República si gana el “no” a Andrés Manuel?: será el candidato que se encuentre en segundo lugar. No importa quién. Por estar en segundo lugar, se ungirá como el rival.

El PRI piensa que esto sucederá así, porque el voto útil se orientará a quien esté posicionado en ese segundo lugar y por ello es que el PRI, que actualmente se encuentra en las encuestas en tercer lugar, dejó a un lado su disputa contra Morena y se centró en golpear al PAN.

El PRI, estratégicamente, está pegándole inmisericordemente al segundo lugar para ocupar su posición y entonces sí, disputarle la Presidencia a Andrés Manuel López Obrador. De ahí ese optimismo renovado que han expresado en las últimas semanas. Pero dentro del acertijo político del PRI, ignoro si se ha cuestionado algo: ¿podrá también darse el fenómeno de que otro voto útil caracterizado por su oposición al PRI, al final, se vuelque en favor de Morena?

El PRI apuesta a una estrategia múltiple: primero, el impulso a que muchos independientes se inscriban en la contienda, segundo; la búsqueda del segundo lugar estará acompañada por toda una línea de comunicación basada en campañas negativas, no sólo para desprestigiar, sino, principalmente para sembrar el miedo; y tercero, el fraccionamiento del voto, para que los ciudadanos que están en contra del estado actual de cosas se dispersen en opciones varias, en candidatos independientes y en partidos más pequeños, como fue la estrategia en el Estado de México, para evitar una sumatoria alrededor de una oposición única encabezada por AMLO. ¿Usted cómo piensa que responderá el elector ? ¿Cómo en una elección más o como el 19 de septiembre?

Presidente ejecutivo de Fundación Azteca.
@EMoctezumaB
emoctezuma@tvazteca.com.mx

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