Tal y como sucedió en los puertos de Dzilam de Bravo, Dzilam González y San Felipe, ahora en el municipio de Río Lagartos, de la costa oriente del estado, decenas de pescadores exigieron la expulsión de personas “fuereños”, pues no quieren que éstos salgan al mar a capturar pulpo.
Reportes preliminares indican que los habitantes cerraron los accesos al puerto para presionar a las autoridades municipales. Las cooperativas pesqueras Cepeda Peraza y Río Lagartos se unieron para protestar en contra de los “fuereños”, e incluso bloquearon la entrada al Puerto de Abrigo.
Los inconformes aseguraron que impedirán la salida de las embarcaciones para evitar la pesca hasta que se resuelvan sus demandas.
La gente culpa a los empresarios de seguir contratando a personas de otros estados, sin importar que “rompan el orden y la paz” de sus comunidades.
El diputado federal del PAN, Joaquín Díaz, consideró que la situación es delicada, pues los pescadores foráneos tienen derecho al libre tránsito y no es posible que se les quiera expulsar. "No dudamos que haya gente de fuera que cometa actos ilícitos, pero no es un asunto que deba generalizarse".
En tanto la Comisión Estatal de los Derechos Humanos hizo recomendaciones a los alcaldes para que no se cedan a la presión. En tanto, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) han desplegado vigilancia en la zona costera de Yucatán.