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La Secretaría de Salud dio a conocer que son ocho los bebés prematuros que fallecieron en el área de Terapia Intensiva de Neonatos en el Hospital General de Los Mochis, en Ahome, Sinaloa, entre el 13 y el 22 de julio pasado.
Informó que tres recién nacidos murieron por prematurez extrema: el primero pesó un kilo con 100 gramos y nació con 26 semanas de gestación, el segundo pesó un kilo con 11 gramos y nació a la semana 28, y el tercero pesó 750 gramos y nació a las 17 semanas de embarazo.
A través de un comunicado, la dependencia federal detalló que dos bebés perdieron la vida por choque séptico, uno por hidropesia fetal (cuando el feto presenta una hinchazón provocada por la acumulación de líquido en una o más partes del cuerpo), uno por atresia duodenal (una parte del intestino delgado no se desarrolló adecuadamente) y otro por probable choque séptico.
Indicó que el secretario de Salud instruyó la conformación de un equipo “altamente especializado” que ya se encuentra en el Hospital General de Los Mochis para revisar la información contenida en los expedientes clínicos de los menores para analizar los resultados de laboratorio e inspeccionar sanitariamente la unidad médica.
El grupo está conformado por expertos de la Dirección General de Calidad y Educación en Salud, de la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad y de la Dirección General de Epidemiología.
Personal de la Cofepris se encarga de verificar las condiciones sanitarias del hospital, como comprobar la calidad del agua, la preparación de los alimentos, la limpieza de ductos, pasillos, baños, dispensadores de jabón y el correcto lavado de manos del personal.
En tanto, los neonatólogos e infectólogos pediatras de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad hacen nuevos estudios de laboratorio.
La Secretaría de Salud aseguró que mantendrá informada a la población sobre los resultados de la investigación y las medidas que tomará.
Fiscalía abre investigación. En Sinaloa, el vicefiscal General del estado en la zona norte, Jesús Arnoldo Serrano Castelo, informó que se abrió una investigación sobre estas defunciones en virtud de que los padres de uno de los bebés muertos presentó una denuncia por el delito de presunta responsabilidad profesional.
Señaló que solicitó el apoyo de médicos forenses externos para realizar las investigaciones de los fallecimientos en el nosocomio, por lo que instó al resto de los padres de familia de los recién nacidos que murieron a sumarse a las denuncias judiciales.
Arnoldo Serrano externó que, ante las versiones de que las defunciones de bebés son imputables a una bacteria, se citará al personal del nosocomio para que rindan sus informes.
Sin embargo, el secretario de Salud del estado, Alfredo Román Messina, afirmó que los resultados de los análisis practicados a los cultivos resultaron negativos, por lo que no se tiene presencia de bacterias en el área de Neonatos del Hospital General de Los Mochis.
Hizo notar que en cuatro casos las causas de muerte fueron ajenas a cuadros infecciosos y en el resto, donde el diagnóstico de presunción es sepsia generalizada, no se tiene una comprobación puesto que los resultados de los análisis son negativos al desarrollo de bacterias.
Román Messina destacó que desde la primera defunción de un recién nacido prematuro, el pasado 12 de julio, se pusieron en práctica los protocolos y se tendió un cerco epidemiológico, sin que los estudios practicados en laboratorio reflejen la presencia de bacteria alguna.
Comentó que como medida preventiva se inició el cambio de lámparas ultravioletas, tarjas automáticas, se cambian pisos y se desinfectan todas las zonas sensibles del Hospital General de Los Mochis.
En el área de Cuneros se encuentran aún cinco recién nacidos prematuros, dos de ellos entubados, cuyo estado de salud es estable.