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En la zona del socavón del Paso Exprés, sobre la autopista México-Cuernavaca, cunde el temor por un nuevo colapso estructural. Los vecinos de la colonia Chipitlán, donde se hundió la carretera y se tragó un automóvil con dos pasajeros, viven con temor constante de que se desplomen el muro de contención y el puente Palmira, o que se registre otro colapso en el kilómetro 93.8, porque las grietas en la tubería de drenaje que cruza la autopista crecen a diario.
Su miedo, dice Miguel Sánchez, aumenta porque en las noches y ante la caída de las primeras gotas de lluvia —como sucedió el sábado—, cuando llovió escucharon “crujidos” en el muro de contención.
El paredón tiene una separación de hasta siete centímetros de la autopista y los habitantes exhiben videos para exigir atención de las autoridades, ante un posible desplome del muro de concreto sobre las casas.
La casa de Miguel se encuentra a unos metros del muro y de la tubería agrietada, cuyas filtraciones, de acuerdo con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), reblandecieron la tierra y causaron el socavón en la autopista la madrugada del miércoles pasado.
“Es mentira que ese tubo haya colapsado por la basura, aquí sólo corre agua. La misma empresa tapó con tepetate y fuimos los vecinos quienes impedimos que siguieran con esa obra, pero la lluvia les ganó para quitar lo que hicieron. El agua subió y salió unos 10 metros arriba de la salida del tubo”, relató.
Del otro lado de la barranca pueden verse varios tubos de al menos un metro y medio de diámetro por cuatro metros de largo, que presuntamente reemplazarán al tubo original.
Los vecinos piden a las autoridades detener el entubado del cauce de la barranca que pasa por debajo de la autopista y retirar las placas de concreto que ahogan el ducto junto al socavón. Juzgan que la SCT y la empresa responsable de la obra tratan de ocultar otras fallas de la estructura, porque desde el viernes acordonaron la zona, colocaron una carpa e impiden el acceso a los habitantes.
“Lo que demandamos es la demolición de esta parte de la estructura [en la que se registró el hundimiento] y construir un puente que deje el paso libre al cauce del agua de la Barranca Santo Cristo”, demandaron.
Liberan vía. En la zona de conflicto los colonos exigen certidumbre, así como una explicación oficial sobre los trabajos de remediación, porque temen que el paso de camiones pesados por la zona ocasione un nuevo socavamiento.
Pero la SCT decidió abrir dos de los 10 carriles del Paso Exprés desde la noche del sábado y así fluir el tráfico en los municipios de Cuernavaca, Zapata, Xochitepec, Jiutepec y Temixco, impactados por el desvío de los vehículos hacia vías alternas.
El paso fue abierto a las 21:40, “luego de que resultaran favorables las pruebas de georradar y de carga para verificar que no hubiera oquedades y comprobar la resistencia del terreno”, informó la la dependencia federal.
Los integrantes del Colegio de Ingenieros Civiles como de la SCT determinaron el acceso por el Paso Exprés únicamente para vehículos compactos y autobuses, pero no para camiones de carga o tráileres.
Asimismo, se informó que se iniciarán los trabajos para reforzar la estabilidad del talud en el kilómetro 93+800, con la finalidad de abrir otros dos carriles a la circulación a la brevedad posible.
Ingenieros que laboran en la zona de siniestro informaron que la tarde del sábado, la dependencia federal hizo pruebas con camiones de volteo cargados para analizar las vibraciones y el peso. También realizaron placas al concreto, con un carro que pasan sobre el área afectada para detectar fracturas y, en caso de registro, analizar su profundidad y extensión.
En la zona afectada se ven dos maquinarias llamadas “mano de chango”, que extraen toneladas de tierra del mismo socavón. El muro de contención del costado colapsado esta fracturado en su base, a todo lo largo de la zona, que comprende unos 40 metros.
También se han hechos estudios del suelo a una profundidad de unos 20 metros para conocer su firmeza. Al centro se hará una especie de barda, debajo de la placa de concreto, para que no haya más deslizamientos.