La diligencia emprendida en la fosa común de Jojutla para realizar pozos de sondeo y descartar o corroborar la presencia de más cuerpos en las inmediaciones, resultó un fracaso porque los peritos excavaron a un metro a la redonda y otro metro de profundidad mientras que los cuerpos estarían sepultados a tres metros bajo tierra.

Familiares de personas desaparecidas

protestaron por la exploración superficial y explicaron que ahora deben realizarse trámites burocráticos ante las instancias pertinentes, para autorizar una excavación más profunda que dé certeza a los familiares de víctimas.

Con palas y varillas peritos de la Procuraduría General de la República ( PGR), la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron dos pozos en el área inmediata de la fosa, de donde extrajeron 84 restos humanos en los meses de marzo y abril.

Amalia Hernández, una de las voceras de la diligencia para la exhumación y re-inhumación en el panteón municipal de Jojutla, dijo que acción de los peritos responde al compromiso asumido ante la Secretaría de Gobernación en mayo pasado, con el propósito de detectar cuerpos de personas sin vida no identificados, en áreas no consideradas para la diligencia que se lleva a cabo desde marzo pasado.

Los familiares de desaparecidos pidieron que se realicen 6 pozos con mayor profundidad, a fin de abarcar el mayor perímetro de la fosa, ante la duda razonable de que haya más cuerpos dispuestos fuera de la zona de inhumación registrada en 2014.

Oficialmente en ese sitio fueron enterrados 39 cuerpos pero al término de la primera fase de la diligencia se localizaron más restos, de los cuales la Fiscalía General del Estado no tenía registro.

En consecuencia la diligencia de exhumación en el panteón de Jojutla se amplió y recuperaron 84 restos humanos, entre cuerpos, osamentas y extremidades.

La tercera fase de la diligencia sigue en espera ya que sobre la fosa común, y de forma irregular, la administración del panteón colocó tumbas por lo que se debe conseguir la autorización de los familiares para reubicar esos restos en otra zona y continuar con la extracción de los cuerpos inhumados de manera ilegal.

Ese calificativo se lo adjudicaron las organizaciones de personas desaparecidas porque los cadáveres surgieron restos sin la necropsia de ley, sin toma de muestras, algunos maniatados y sin carpeta de investigación y otros en calidad de desconocidos.

También documentaron que los espacios en el panteón ministerial de Jardines del Recuerdo, en Cuautla, resultan insuficientes porque sólo restan 50 gavetas de un total de 250. Ese panteón se construyó para alojar a los restos extraídos de las fosas de Tetelcingo, Cuautla, donde recuperaron 117 cuerpos mientras que en Jojutla llevan 84 restos.

La Fiscalía se comprometió a la construcción de otras 250 gavetas pero a decir de los familiares de víctimas en su elaboración solo hay 6 albañiles y el avance es prácticamente nulo.

afcl

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