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En las últimas semanas y derivado de la detención de José Antonio “N”, alias La Hamburguesa, líder del Cártel del Golfo en la entidad, se han disparado los homicidios relacionados con el crimen organizado. Sólo en los 15 días posteriores a dicha captura se registraron 32 asesinatos, según datos oficiales.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el procurador Francisco Murillo Ruiseco admite que este año se ha incrementado el número de homicidios dolosos. Sólo en los primeros cinco meses del año, de enero a mayo, sumaban 274 muertes violentas.
De esos meses, enero se corona como el más violento con 73; en febrero, marzo, abril y mayo se registraron 42, 48, 56 y 55, respectivamente. En comparación, en los primeros cinco meses de 2016 se registraron 117 homicidios, lo que representa que este año hay un aumento de más del 42.7%.
El procurador precisó que de ese total, más de 82.8% de los asesinatos están relacionados con el crimen organizado, mientras que los homicidios ordinarios corresponden sólo al 17%. Es decir, de cada 10 asesinatos, ocho son derivados de las pugnas entre las células delictivas de la delincuencia organizada.
La Procuraduría General de Justicia de Zacatecas (PGJEZ) reporta que de los asesinatos ocurridos en los primeros cinco meses del año, 38 fueron de mujeres y 236 de hombres.
Días negros. En la entrevista, el procurador admite que los días posteriores a la captura de La Hamburguesa se han tornado violentos, pues, en la primera semana luego de la captura se registraron 19 homicidios y, en la segunda, otros 13; es decir, 32 muertes en 15 días.
Y la violencia sigue. Sólo en lo que va de junio, se estima que ya va más de una decena de asesinatos, pues hasta el 4 de junio la PGJEZ contabilizaba seis ejecuciones.
El martes 23 de mayo, tras una persecución de cinco horas por la Sierra, La Hamburguesa fue detenido en el municipio de Tabasco, junto con dos escoltas, en un operativo conjunto de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Procuraduría General de la República (PGR).
El Hamburguesa, quien era considerado uno de los 122 objetivos prioritarios del gobierno federal, fue vinculado a proceso acusado de delitos contra la salud, portación de armas de fuego y posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército.
Sólo habían pasado seis días cuando se dio uno de los asesinatos ligados a este líder del Cártel del Golfo. El 29 de mayo, Juan Orlando “N”, alias El Centauro, fue ejecutado. Tenía 24 años de edad y presuntamente operaba como jefe de sicarios de una célula del mismo grupos. Fue localizado con un arma de fuego corta, calibre 38 súper, con las siglas “CDG”.
Sobre la muerte de El Centauro el procurador precisa que tras realizar los peritajes a dicha arma, se determinó que estaba involucrada en al menos tres homicidios ocurridos el 24 de mayo, en un ataque armado en una tienda de abarrotes, ubicada en la colonia Francisco E. García, de la capital. Ese día, también asesinaron a un niño de cinco años.
Disputa. Francisco Murillo explicó que la procuraduría tiene identificado tres cárteles que operan en la entidad: Cártel del Golfo, Cártel del Noreste y la célula delictiva Los Talibanes. Otros dos grupos tienen presencia aisladas en los límites de Zacatecas con Jalisco, Aguascalientes, Durango, San Luis Potosí, como el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El procurador considera que esta pugna entre grupos no tiene que ver con problemas locales, sino que son parte de la radiografía delictiva nacional y los conflictos generados en otras entidades que sí son centros de operaciones de estos cárteles, particularmente los que se ubican en la frontera de México con Estados Unidos.
Explica que esta violencia apunta a una fragmentación de un grupo que se asentó años atrás en varios estados y después se fracturó, por lo que inició la pugna entre grupos rivales.
Para buscar financiamiento, dice el procurador, estos grupos han recurrido al narcomenudeo, por lo que se requiere una estrategia de prevención conjunta con organizaciones civiles, Iglesia y familias.
Aclara que esta situación no debe verse como “normal” ni tampoco atacarse sólo con la parte punitiva y de contención. Esto implica, dijo, que el Estado atienda engranes como la economía, educación, empleo, salud. Y, por supuesto, seguridad.