La narcoviolencia en la entidad y la rigurosidad de los exámenes de nivel de confianza impactan en el reclutamiento de nuevos aspirantes a policías en Tamaulipas, donde hay un déficit de 7 mil 300 elementos estatales.
Actualmente Fuerza Tamaulipas se hace cargo de la seguridad en los 43 municipios, con 2 mil 700 policías acreditables, y el apoyo del Ejército y de la Secretaría de Marina, bajo el Mando Único.
“Estamos trabajando para contar con policía propia, un estado como el nuestro requiere 10 mil elementos para cubrir el número de habitantes; hoy en día recibimos 2 mil 700, es una labor titánica, pero posible”, dijo el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca al pronunciarse por la permanencia de las fuerzas militares en su estado, en tanto no se tengan los policías necesarios.
Para lograr el reto, las autoridades del estado planean aportar 2 mil policías acreditables cada año; sin embargo, una de las principales problemáticas es reclutar a los candidatos.
El secretario de Seguridad Pública, Luis Felipe López Castro, admitió lo difícil que es aprobar los exámenes de Control y Confianza, que cuentan con pruebas de polígrafo, sicológicas y toxicológicas. “Existe una rigurosidad en los exámenes de Control y Confianza, desde la evaluación toxicológica, si han sido usuarios de alguna droga no autorizada y la evaluación poligráfica. La evaluación sicológica permite saber si ese individuo puede ser propenso a desviarse de la rectitud que queremos tener en el cuerpo”.
Según las estadísticas, hay muchos aspirantes de buscan pertenecer a la Policía Estatal, pero sólo 30% pasa las pruebas.
El gobierno de Tamaulipas ha ampliado los lugares de búsqueda a otros estados, siendo los aspirantes en su mayoría de Tamaulipas, de la Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Oaxaca, San Luis Potosí, Veracruz y Puebla.
El rector de la Universidad de Seguridad y Justicia, Gabriel Reyes Galván, reconoció que para el nuevo modelo policial “lo más difícil es el reclutamiento. La situación que vive el país en materia de seguridad hace que los muchachos lo piensen dos veces. Su propia familia y su comunidad les dicen que no vayan”.
Los mata policías en Nuevo Laredo
El ex gobernador Eugenio Hernández Flores (2005-2010) vivió durante su administración una oleada sangrienta, principalmente en Nuevo Laredo. Durante 2005 fueron ejecutados 20 policías, que incluyen a 17 agentes de Seguridad Pública Municipal y a otros tres de la entonces Policía Ministerial del Estado. Uno de los casos de mayor impacto fue el asesinato de Alejandro Domínguez Coello, el 8 de junio de ese año, siete horas después de ser nombrado director de Seguridad Pública de Nuevo Laredo.
La misma corporación volvió a verse involucrada en un escándalo el 11 de junio de ese año, cuando policías municipales atacaron a un grupo de agentes de la que era la Agencia Federal de Investigación (AFI), que llegaron de la Ciudad de México a reforzar los trabajos federales; por ello, 41 policías municipales fueron trasladados a la capital para ser investigados por la PGR. La situación ocasionó una de las peores crisis de credibilidad en las corporaciones policiales de Tamaulipas; fue cuando el gobernador Hernández Flores habló de la necesidad de una presunta depuración y capacitación de los policías. Casi al final de su administración, en agosto de 2010, ocurrió la masacre de los 72 migrantes en San Fernando. Estos hechos originaron mayores investigaciones que en 2011 llevaron al hallazgo de 145 cadáveres en las “narcofosas”; fueron detenidos 17 de los 25 policías de San Fernando, acusados nexos con los criminales.
Desaparecen las policías municipales
El 1 de abril de 2013 entró en vigor la desaparición oficial de las policías municipales en los 43 municipios de Tamaulipas. Los agentes preventivos fueron sometidos a evaluaciones y quienes lograron aprobar los procesos recibieron su certificación y pasaron a integrar la Policía Estatal Acreditable. En una primera etapa operó el Mando Único en 22 de los 43 municipios de la entidad. Los 21 restantes se fueron agregando progresivamente.
En su Tercer Informe de Gobierno, Egidio Torre Cantú aseguró el 25 de noviembre de 2013 que la inauguración del Centro Estatal de Evaluación Control y Confianza, ocurrida cuatro días atrás, permitiría tener corporaciones de seguridad más profesionales, “nos va a ir mejor, porque ahora tenemos una coordinación efectiva con el gobierno federal”. Al concluir su administración, Torre afirmó que de 2011 a 2016 el Centro Estatal de Evaluación Control y Confianza realizó 25 mil evaluaciones, con exámenes toxicológicos, sicológicos, polígrafo y médicos, otorgó mejores salarios a policías estatales, becas para sus hijos, acceso a créditos de vivienda y un seguro de vida de un millón de pesos.
La Universidad de Seguridad y Justicia
Un equipo de EL UNIVERSAL ingresó a las aulas y a los campos de adiestramiento de la Universidad de Seguridad y Justicia, donde se preparan a los nuevos policías de Tamaulipas.
En un recorrido por las instalaciones, el rector Gabriel Reyes Galván explicó que funcionan en dos sentidos: preparación de la Policía Estatal Acreditable (con una formación inicial de seis meses) e impartición de dos licenciaturas, una en Seguridad Pública y la otra en Ciencias Policiales, ambas de cuatro años, y están por abrir la licenciatura en Criminología.
Operan con un presupuesto de 30 millones de pesos y con un personal de 120 personas, entre instructores profesionales y personal administrativo. “Autogeneramos ingresos por concepto de los cursos que damos; iniciamos un curso de capacitación en Santiago, Nuevo León”, dijo.
Con experiencia de capacitación en la Policía Federal, en Sidepol, en México, y como director de una academia, Reyes aseguró que la diferencia de hace dos décadas con la preparación actual “es abismal”. “Me encontré con policías en activo que tenían 30 años sin tirar una sola vez en su vida, con obesidad y precarias condiciones de salud”. Otro ejemplo, dijo, es el Campo de Tiro Virtual, donde un grupo de agentes están en plena práctica. “Planeamos extender el reclutamiento en el sureste del país y en el Altiplano. Traemos la experiencia de otros estados, por ejemplo, en Fuerza Civil, en Nuevo León, nos tocó que el reclutamiento se hiciera en la Ciudad de México. Los hits de búsqueda de trabajo de policía son en Hidalgo, la capital y el Estado de México; hay que ir por ellos”.
Un ejemplo de alumno foráneo es Carlos “N”, del Estado de México. Parado en el campo de adiestramiento, mencionó que desde los 16 años deseaba ser policía. “Por el tipo de preparación profesional y prestaciones que otorgan, decidí venir a Tamaulipas”, afirmó. Declaró: “Me motivo y le vuelvo a meter ganas. Estoy totalmente mentalizado en salir adelante”.
Uno de sus instructores, Joel Vizcarra Martínez, aseguró: “Trabajo con ellos todo lo práctico, las habilidades básicas que competen al policía: armamento, radiocomunicación, intervención de vehículos y cuestiones que se enfrentarán en el mundo real”. En otra parte de las instalaciones, el instructor de Técnicas y Tácticas Policiales, José Luis Padilla, explicó que en ese momento trabajaban en “intervención a domicilio. Mi mayor satisfacción es que hasta ahorita me han tocado muy buenos grupos y ninguno de mis alumnos ha caído herido”.
Sueldos
En referencia a los ingresos que tienen los agentes, cuando el Policía Estatal Acreditable cuenta con bachillerato o educación superior tiene un sueldo promedio de 13 mil 400 pesos mensuales, con un seguro de vida por un millón de pesos, becas para sus hijos y servicio médico para él y su familia. Si sólo tiene secundaria, percibe 7 mil 700 pesos al mes, pero reciben apoyo para cursar el bachillerato y mejorar su ingreso.
El rector afirmó: “Le podemos dar la vuelta, de tener una referencia negativa que tiene Tamaulipas, de un estado inseguro, lo podemos convertir en un estado de innovación”. Señaló que hay que“darle a la corporación 10 mil elementos acreditables, un promedio de 2 mil cada año. Estoy convencido que podemos tener la mejor policía del país; la más capacitada”. El reto no es fácil. De 2012 al mes de abril de 2017, 24 policías estatales han muerto en cumplimiento de su deber.