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estados@eluniversal.com.mc
A las 10:00 de la mañana el sol pega durísimo en las calles de esta ciudad. El aire se siente seco, caliente, y de vez en vez sofoca al caminante. Ahí, en la esquina de México y Juárez, las ventanas, del restaurante Real de Don Juan están abiertas como todos los días.
Sus ventanas dejan ver a dos hombres: el ex presidente Felipe Calderón habla pausado, sonriente, con Antonio Echevarría, candidato al gobierno de Nayarit de la Coalición Juntos por Ti que aglutina al panismo, perredismo, petismo y un partido local.
Es hijo de Antonio Echevarría Domínguez, un empresario que comenzó a gobernar Nayarit un año antes de que Vicente Fox ganara la Presidencia. El hijo del empresario apareció ayer a la cabeza en las encuestas; la de EL UNIVERSAL le da 22 puntos de ventaja. Y ahí platicaban cara a cara, rodeados por perredistas en las mesas contiguas, como Verónica Juárez. Al filo de las 1:00 horas salen del restaurante. Calderón se coloca de inmediato una gorra azul con el nombre de su candidato, el abanderado se pone una blanca... y echan a andar.
Van hacia la Plaza Bicentenario, entran por una esquina a una carpa y comienzan a hacer campaña. Saludan de mano a quienes esperan. Calderón sonríe, Echevarría no se le despega. EL UNIVERSAL pregunta a Calderón si extraña hacer campaña, saludar a la gente como lo hace.
Se toma un respiro y ataja: “Siempre es lo que más extraño de la Presidencia, pero afortunadamente he podido yo estar con la gente, regresar a la casa donde siempre hemos vividos, voy a eventos, a reuniones y estoy contento, siempre he podido estar con la gente y me siento muy satisfecho”.
En tanto, el candidato Echevarría sigue saludando, pero no pierde detalle de los comentarios que hace Calderón. Entonces siguen su camino. Toman la calle de Juárez, llegan a Zacatecas y entran a una tienda de conveniencia. Los acompaña el candidato a la alcaldía de Tepic, Javier Castellón, viejo político conocido de los nayaritas.
Se toman una foto y luego otra, sigue una selfie y luego otra. Calderón se sumerge en un mar de personas que lo rodean con banderas de Acción Nacional, pero también del PRD y del PT.
En la tienda una mujer grita: “yo lo quiero saludar, por qué a mí no”, y Echevarría va directo a ella con sonrisa plena, de esas que se usan en las campañas, y la abraza. Calderón agradece el gesto de la señora toma su mano. De repente se colapsa el tránsito. Los autos se detienen. El candidato y el ex presidente cruzan de un lado a otro. La escolta del Estado Mayor Presidencial que protege al ex mandatario está atenta, avisa de obstáculos en el camino.
Estrechan manos aquí y allá. Llegan a Abasolo, entran al mercado Amado Nervo. Aquí, en el día previo del fin de las campañas, el ex presidente Felipe Calderón salió a las calles a estrechar manos y pedir votos para Antonio Echevarría. Fue un ex presidente de México haciendo campaña.
Posteriormente, en Compostela, Ricardo Anaya, líder nacional del blanquiazul, acompañó a Echevarría.
Importa la movilización: Cota. La ventaja que mostró la encuesta de EL UNIVERSAL a Antonio Echevarría no preocupa, al menos en apariencia, al priísta Manuel Cota, su más cercano rival, pues asegura que lo importante es el día de la elección y ahí no cuentan las percepciones, sino la capacidad de movilización de los partidos.
“Hace un mes le decía a mi equipo que no se trata de sacar números, se trata de ir a tomar el pulso de la gente, donde la encuesta más importante es la del domingo, y ahí la capacidad estructural y orgánica del parido, el oficio y el conocimiento que tiene en la movilización para la jornada electoral, es el que va a determinar la elección”, dijo.