La salud de la enfermera Gabriela Mayanin López Cruz, hospitalizada el miércoles pasado por la huelga de hambre de 21 días, mejora, informó María de Jesús Espinosa de los Santos, una de las voceras del movimiento.
Agregó que dos de sus compañeras que se mantienen en ayuno utilizan desde ayer medias elásticas especiales debido a la ruptura de vasos sanguíneos por la fragilidad capilar.
Ayer, las enfermeras recibieron la evaluación médica sobre la salud de Mayanin, quien superó ya el problema de hidratación.
“Se continúa vigilando su función hepática; se le administran soluciones y medicamentos vía parental (intravenosa), y su alimentación es de frutas y verduras cocidas , y gelatina”, precisó la entrevistada.
Espinosa de los Santos advirtió, no obstante, que la crisis de salud se agudizó en María Cielo Gramajo Cundapí y Nelly Ivonne Castillo Escobar, quienes desde este domingo empezaron a utilizar de manera permanente las medias elásticas.
El doctor Víctor Hugo Zavaleta Ruiz, otro vocero las inconformes y representante en las negociaciones ante el gobierno estatal, alertó que las seis enfermeras ayunantes del hospital Dr. Rafael Pascacio Gamboa, en Tuxtla Gutiérrez, entraron a un estado de inanición, debido a la falta de nutrientes en sus organismos.
El médico explicó que la inanición es un proceso destructivo de “autocanibalismo” del cuerpo ya degradado por la no ingestión de alimentos.
“Las ayunantes se encuentran en franco proceso de inanición que ocurre cuando el organismo se autoconsume, inicialmente a partir de las grasas y después acude a la masa muscular para, principalmente, alimentar el cerebro como uno de los órganos vitales esenciales”, detalló.
La fase crítica de este recurso biológico de sobrevivencia de acuerdo con la complexión muscular de la persona, empieza a los 40 o 50 días de ayuno prolongado y ocurre cuando el cuerpo empieza a degradar órganos vitales, como los intestinos, hígado, riñones y corazón.
Agregó que con el transcurso de las horas, la salud de las otras seis enfermeras en huelga de hambre se agudiza todavía más debido a las condiciones del clima en la intemperie del nosocomio.