Regidores del ayuntamiento de Benito Juárez, con cabecera en Cancún, solicitarán a la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito que rinda un informe y se proceda en contra del mando que instruyó o decidió la retirada de los policías que se encontraban durante el intento de linchamiento del ciudadano ruso, Aleksei Makeev, el viernes pasado, pero desestimaron pues al abandonar la escena, la gente perdió todo control de sí misma, lo que derivó en un intento de homicidio y la muerte de un joven de 20 años.
“La explicación que me dieron a pregunta expresa, es que alguien determinó ‘aquí no hay delito que perseguir’ y entonces se fueron; se les hizo fácil y ahí fue cuando la gente se encendió y vimos a racistas intentando linchar a un racista, por exceso de racismo.
“Fue un evidente error de apreciación, pero sí, sí pueden fincarse responsabilidades. No se puede quedar así, ni puede repetirse. Esto necesariamente nos debe llevar a crear un protocolo de actuación, porque evidentemente la policía no está capacitada para reaccionar ante este tipo de situaciones”, expresó el regidor Antonio Meckler Aguilera, en entrevista con EL UNIVERSAL.
Agentes de la dependencia municipal, que dos días antes estrenaba encargado de despacho y asesor en materia de Seguridad Pública –Alejando Rodríguez Zepeda y Julián Leyzaola- se encontraban en la esquina de la calle 39, en la Supermanzana 70 de esta ciudad, cuando la gente comenzó a reunirse para cruzar insultos con el extranjero.
Vecinos les pidieron llevárselo, pero de acuerdo con testimonios, los policías pretextaron que Makeev se encontraba en propiedad privada y no podían proceder.
Al retirarse, las agresiones verbales se desbordaron y la gente ingresó a la cuartería habitada por el ciudadano ruso. Uno de Ellos fue Carlos Eduardo Gutiérrez Gutiérrez, quien resultó herido con arma blanca por Makeev. El joven murió esa misma noche. Su cuerpo fue reclamado el sábado pasado, por la noche, por su hermana.
Regidores como Reyna Durán y Ruben Treviño se pronunciaron también, reprobando los hechos de violencia en dos vias, la agresión del extranjero hacia las y los mexicanos, asi como la reacción de la gente al intentar hacerse justicia por mano propia. Ambos coincidieron en que debe haber una investigación.
La Fiscalía informó desde la noche del sábado, que las indagatorias sobre lo ocurrido incluyen al extranjero, por probable homicidio; a los policías que estuvieron en la escena e incurrieron en omisiones y a quienes hicieron apología del delito, incitando al ataque.
En un escueto comunicado, la Secretaría de Seguridad Pública informó que instó a los vecinos a mantener la calma y desistirse, que se dispersaron y luego se reagruparon hasta consolidar la agresión. No refieren el porqué abandonaron la escena y tardaron en promedio 40 minutos en volver.
Del fracaso de la civilidad
La directora del Observatorio de la Violencia Social y de Género fe Cancun, Celina Izquierdo, subrayó que lo sucedido ilustra el "fracaso de la civilidad", en hechos de sangre que "nos salpican a todos".
Ademas de Makeev, como agresor primario y de la gente, que lo atacó en consecuencia, la especialista se refirió al vacio de autoridad como principio del caos y a los espectadores que, en tiempo real, siguieron todo el tiempo un intento de homicidio.
"Es el fracaso de la civilidad y la normalización de la violencia. Es una crisis de civilidad, la cual se pierde en un momento cuando las redes de comunicación toman una enorme velocidad y encuentran tierra fertil en personas sumamente enojadas con todo, con lo que esta sucediendo, con su condición, con los otros, con los de afuera.
"Luego el enojo con la policia porque para empezar, estaba denunciado y había una molestia previa que aumentó al no haber respuesta. Es un enojo ante la inmovilidad de la autoridad", explicó, al señalar que un elemento de mayor preocupación es que todo fue presenciado por infantes y adolescentes.
Con ella coincidió el sociólogo, Efrén Hernández, quien indicó que en esta historia el principio de autoridad esta ausente de principio a fin.
"Primero, en Migración, que pese a sus antecedentes en Rusia, dan la residencia permanente a un personaje así; después, la policía omisa, que no hizo nada. O sea, la ley nunca existió.
"Por otro lado está el hecho como una manifestación de hartazgo social ante este vacio de respuesta. Nos muestra cómo una parte de la sociedad es capaz de reaccionar ante una agresión -la del ruso- y ante la falta de respuesta de la autoridad. Si no me resuelves tu, lo resuelvo yo", manifestó.
Integrante del Centro de Autogestión e Investigación Social, Hernández subrayó que el contexto de violencia en Cancún va a la alza y "cada vez se torna mas violento y sangriento, frente a un discurso sin acciones".
Otro elemento de gravedad fue el papel de las redes sociales y de los propios medios.
"Inconciente o inconcientemente, llamaban a la violencia y a ser mas violentos. Uno se pregunta sobre la capacidad de ver y compartir un apuñalamiento con frialdad, en vivo, grabándolo.
"Y luego están los otros; los que le dan like, reproducen y envían. Es un verdadero llamado de atención para todos. Para todos", remarcó.