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La tragedia llenó de luto a la comunidad de Tierra Colorada, del municipio de Huimanguillo, donde cinco personas murieron tras caer a un pozo artesanal contaminado con gases tóxicos.
La primera en caer fue la niña Beyanira, de 10 años, quien cursaba el cuarto grado de primaria. La menor se encontraba haciendo su tarea cuando fue llamada por su abuela para ir a comer y, al pasar junto a una construcción en el patio, tropezó y cayó en el pozo de ocho metros de profundidad.
Al darse cuenta de lo ocurrido, su primo de Gerardo Montejo, de 16 años, se metió al pozo con la intención de rescatarla, pero no pudo salir.
Así comenzó la tragedia en una comunidad donde la mayoría de sus pobladores son de escasos recursos, pues la ocupación principal es el campo.
Al ver que los dos menores no salían, el padrastro de Beyanira, José Pérez, ingresó pero tampoco pudo salir. Los primos de éste, Carlos y Paulino, se sumergieron en el pozo para tratar de rescatar a los tres primeros y, también fracasaron.
Los equipos de emergencia de los municipios de Huimanguillo y Cárdenas recuperaron los cuerpos.
El municipio de Huimanguillo y el estado, donaron los ataúdes y dieron una una ayuda económica a los familiares de las víctimas para el sepelio.
El pozo que provocó la tragedia se utilizaba como tiradero de basura, por lo que su descomposición pudo haber generado gases nocivos para la salud,explicó Jorge Méndez , director operativo de Protección Civil del Estado.