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Líderes y diputadas del PRI, PRD y PVEM señalaron que el gobernador Miguel Márquez Márquez violó la Constitución en la celebración a la Virgen de Fátima presidida por el arzobispo Alfonso Cortés Contreras, en la que declaró la consagración de Guanajuato al Sagrado Corazón de Jesús, puso el Estado en manos de Dios y pidió perdón por sus errores.
La coordinadora de la bancada del Verde, Beatriz Manrique, consideró delicado que en su calidad de mandatario haya consagrado al Estado a la religión católica abiertamente, habiendo muchos otros credos en la entidad.
“En una interpretación estricta hay una violación al artículo 130 constitucional y a la Ley de Asociaciones Religiosas y de Culto Público, en donde habla de que ‘las autoridades no podrán asistir con carácter oficial a ningún acto religioso de culto público’”.
Dijo que la Secretaría de Gobernación tendría que intervenir porque la violación es a una ley federal.
El presidente del comité estatal del PRD, Baltasar Zamudio Cortés, señaló que las expresiones religiosas manifestadas por Márquez Márquez constituyen una violación al Estado laico.
“Márquez tiene todo el derecho de profesar la religión y dogma que considere, pero nunca en calidad de máximo titular del Poder Ejecutivo del estado (...) violando de manera flagrante el elemental principio de estado laico y la propia Constitución federal”.
El senador priísta Miguel Ángel Chico Herrera destacó que en su investidura el gobernador debe respetar el Estado laico y la libertad de culto, y considerar que hay otras religiones en la entidad. Explicó que un acto de esta naturaleza debería darse en lo privado.
El sábado pasado, el panista asistió a la celebración por el centenario de la aparición de la Virgen de Fátima, en compañía del alcalde de León, Héctor López. Ante más de tres mil feligreses pronunció: “Le entrego a Dios todo lo que somos y todo lo que tenemos en este Estado (...) Le pido a Dios que nos ayude a cambiar todo lo que no sea de Él. Yo Miguel Márquez Márquez, como gobernador del estado de Guanajuato, declaro este juramento delante de Dios, del pueblo y de María Santísima. Amén”.