En las escalinatas de la catedral de Culiacán, fueron colocadas las rosas rojas y blancas que en ofrendas florales, permanecieron por  casi dieciséis horas en la sala funeraria, donde se mantuvo el féretro abierto con el cuerpo de Javier Valdez Cárdenas.

La familia del periodista y escritor victimado a tiros la tarde del lunes pasado, por la calle Riva Palacio, muy cerca de las oficinas del Semanario Río Doce, del cual fue cofundador, dispuso la cremación de su cadáver y la conservación de sus cenizas.

Grisela Triana, su compañera de su vida y madre de sus dos hijos, junto con familiares y amigos, despidieron a Valdez Cárdenas, con una ceremonia religiosa.

Su féretro, se mantuvo abierto en las exequias en una de las casas funerarias de la ciudad, en los que sus familiares, amigos y compañeros de profesión, pudieron apreciar, su vestimenta que lo acompaña hasta el crematorio.

Con una camiseta, en color negro, con la que festejó en abril pasado, sus primeros cincuenta años de vida, en cuyo texto, aduce que a esa edad, comienza la vida.

Su sombrero, de filtro color café, se mantuvo en su cabeza y una de sus fotografías, se mantuvo a su lado, en su féretro de madera, rodeado de cientos de arreglos florales, en su mayoría de rosa rojas, gladiolas y otras flores de la zona.

Los cientos de arreglos florales, enviados con diversos mensajes de solidaridad y duelo a la familia del periodista, corresponsal de la Jornada, el cual fue victimado a tiros, fueron colocados, en las escalinatas de la catedral de esta ciudad, en señal de duelo.

En este mismo punto, por la mañana, como sucedió en las ciudades de Guasave, Guamúchil, Los Mochis y Mazatlán, directivos y periodistas de todos los medios, junto con luchadores sociales y actores políticos, se manifestaron para exigir el esclarecimiento de su muerte.

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