Tras 15 días de huelga de hambre afuera del hospital “Rafael Pascacio Gamboa” en Tuxtla Gutiérrez, las nueve enfermeras ayunantes enfrentan un cuadro delicado de salud complicado por “el síndrome de desgaste”, causado por la falta de nutrientes, ya que su alimentación se reduce a miel y agua, advirtió María de Jesús Espinosa de los Santos, una de las voceras del movimiento.

Este lunes se sumaron a la “huelga de hambre solidaria” Carlos Gómez Chambé y Humberto Gutiérrez Medina, en sustitución de Límbano Domnínguez Alegría y Juan Gómez Díaz. El ayuno de los trabajadores de la Secretaría Estatal de Salud, instalado adjunto al campamento de enfermeras, se extiende y releva cada 24 horas.

Espinosa de los Santos agregó que María Cielo Gramajo Cundapí y Gabriela Mayanín López Cruz fueron aisladas en una casa de campaña anexa por su delicado estado de salud, y para evitar su exposición a la intemperie por el riesgo que conlleva su debilidad extrema y el deterioro del sistema inmunológico.

Las otras ayunantes, diagnosticadas también con “síndrome de desgaste”, son sujetas a permanente revisión médica en el camastro múltiple y las sillas donde permanecen ininterrumpidamente.

Se trata de Verónica Zenteno Pérez y Rosy Eroyda Pérez Lázaro, Nelly Ivonne Castillo Esobar, Karla Gloria Sevilla Culebro, Claudia Liseth Martínez Camacho, Emma Escobar López y Elisabeth Hernández Pereira, ésta última de la sociedad civil organizada que se involucra en respaldo al movimiento de las inconformes.

El cuadro clínico de las ayunantes, de acuerdo con el reporte médico del campamento, se agudiza y refleja por los dolores permanentes gástricos y de cabeza, pérdida de equilibrio, de peso corporal, así como padecimientos articulares (calambres), reflujo esofágico y nauseas.

Las trabajadoras de salud pública enfrentan también a todas horas diarreas, cansancio extremo, dolor ocular, hiper sensibilidad a la luz solar, visión borrosa y neuritis (inflamación de nervios y vasos sanguíneos).

Las protesta exige la reinstalación formal de 15 cesados, pagos de descuentos de nóminas por diversos rubros que no fueron aplicados por el gobierno y abasto de medicamentos, insumos y equipos médicos, transcurre en medio de acusaciones de inconformes y del gobierno estatal.

Límbano Domínguez afirmó que el gobierno sólo ha cumplido el 20% de los acuerdos. Los 15 trabajadores cesados volvieron a sus puestos, pero no hay documentos que avalen su reinserción ni que los deslinden de actas administrativas cuando protestaban.

Para vivienda, agregó, sólo se depositaron 52 millones de pesos de 82 millones de adeudo; tienen pendiente el pago además 200 millones de pesos a financieras y aseguradores; mientras que para la liquidación de 480 millones de pesos al Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), gobierno e inconformes convinieron en liquidarlos “como puedan. Ahí coincidimos y expresamos nuestra buena voluntad”, enfatizó.

En cambio, el abasto médico apenas se cumple en un 20%”en medio de las carencias de medicamentos, material de curación y con equipos obsoletos e inservibles”, sostuvo.

A todo esto, el secretario general de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, sostuvo que se reinstalaron 15 trabajadores y que “ya están activos en nómina, con sus salarios al corriente y con todos sus derechos laborales a salvo”.

Y se regularizaron las cuotas al Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste), el pago a financieras mediante convenio con 32 de las 37 empresas proveedoras de ese servicio, en tanto que para el SAR se acordó pagar en un plazo no mayor a 18 meses. En medicamentos, dijo Gómez Aranda, se cumple. La semana pasada se llegaría al 80% del suministro en los 32 hospitales generales y básicos. Este lunes, puntualizó, se continuará en el primer nivel de atención en las jurisdicciones sanitarias.

afcl

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