Ángel Jacinto Noh Tun, el diputado infantil de la zona maya de Quintana Roo que dio vuelta al mundo con su magistral discurso en el que reprochó “el robo descarado e impune del ex gobernador Roberto Borge Angulo”, quiere ser físico, pero también político; esto último, para hacer lo que ellos no hacen, como apoyar a su etnia.
Con escasos 12 años, Ángel vive con carencias en la comunidad de Xcabil, donde estudia el 6º grado de la primaria. A diario trabaja junto a su padre en el campo, cortando leña para que cocine su madre; además, colabora en los quehaceres del hogar, en el modesto apiario de cuatro colmenas de la familia y cuidando a su hermano menor, de un año y ocho meses.
“Quiero ser físico y político, porque quiero hacer lo que los demás políticos no pudieron hacer por el estado, como apoyarnos, porque los recursos no llegan, se los quedan para su beneficio y no lo mandan para acá. No nos hacen caso aquí, porque esta pequeño el pueblo”, señala a EL UNIVERSAL.
El 26 de abril, el día que el niño maya se convirtió en tendencia con su discurso contra los políticos de su estado, las palabras retumbaron en el Palacio Legislativo, fue la culminación de un proceso de preparación que Ángel emprendió con su profesor Raúl Baez.
Ese día, el niño dijo enérgico que “la delincuencia en Quintana Roo es una cachetada, un insulto para los que amamos esta tierra”. Lo más triste, denunció, es el robo descarado e impune del ex gobernador Roberto Borge. “Tu diputado y diputada por qué no legislas para ponerlo tras las rejas, tienes miedo o ya te llegó al precio”, señaló en medio de aplausos.
Preparativos. Ángel cuenta que, luego de conocer la convocatoria del Séptimo Parlamento Infantil de Quintana Roo que lanzó el Congreso local, le pidió a su profesor Raúl que lo ayudara a preparar el tema “Transparencia y medidas contra actos de corrupción”.
Con esa idea se dieron a la tarea de conseguir recortes de periódicos e investigar en el internet limitado del teléfono de su profesor, porque la comunidad no tiene telefonía y al internet sólo acceden los que cuentan con torres para antenas aéreas.
Ángel no lo dice, pero en su comunidad tampoco hay señal de televisión, ni correos, ni telégrafos. Sólo existe un centro de salud con atención matutina, un jardín de niños, una primaria y una telesecundaria; además, únicamente la calle principal tiene asfalto, el resto son de terracería o cuentan con arreglos rústicos de tierra y piedras.
A pesar de ello, para el joven la mayor preocupación es la salud de sus padres, quienes anteponen su bienestar por la alimentación de él y sus seis hermanos, tres mujeres y tres varones. “Me preocupa mucho mi papá, seguido le duelen sus pies y no puede caminar. Tiene que esperar a que le pase el dolor para poder irse a trabajar y lo que gana es para que comamos. No va al médico porque no le alcanza, es un hombre dedicado a la milpa, a la apicultura. Cuando mejor le va, es cuando tiene trabajo en la albañilería”, dice.
Xcabil, al igual que el resto de las 58 comunidades que conforman el municipio de José María Morelos, son rurales, pero la población de Ángel es la zona más “complicada para su desarrollo”, debido a que es pedregosa y no es apta para los cultivos y el agua está más profunda.
La zona está enclavada en medio de la selva y en ella habitan unas mil 200 personas, que en su mayoría preservan la etnia maya y sus tradiciones.
Minerva Tun Pat —quién sólo habla maya— y Jacinto Noh Pat, padres del menor, manifestaron su alegría y orgullo por su hijo, quién pide a su familia poder continuar sus estudios cuando termine este año la primaria.
La madre del menor dice en su lengua materna que, a pesar de ser muy pobres, son muy felices. Anhela que sus hijos no sufran de pobreza, dado que hay días en los que únicamente comen tomate tamulado (asado) y tortillas, por lo que no puede ni pensar que podrán acceder a los servicios médicos ante su precaria economía.
La vivienda de la familia es prueba de ello. Cuentan con un pie de casa en donde duerme Ángel y sus tres hermanas, así como una choza de madera y techo de palma en la que pasa la noche el resto de la familia.
Raúl Baez Castillo, el profesor que ayudó al niño a preparar su tema, dice que Ángel es hábil para el español y las matemáticas, además de ser un extraordinario deportista. Indica que tiene el potencial para ser un profesionista, pero que desgraciadamente están muy marginados en esa zona y “sus padres son muy humildes y se ve truncada esa parte, porque además es una familia numerosa de 7 hermanos”.
“Si el niño ya levanto la voz, les pido la ayuda de corazón para que Ángel Jacinto cumpla su sueño y no se vea truncada su educación y la de sus hermanos”, expresó el docente.