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Situaciones de inconformidad entre los internos del penal del Topo Chico se presentaron la noche del jueves, según autoridades penitenciarias, a raíz de la publicación de un reportaje en el espacio informativo de Denise Maerker, donde se asentó que el grupo delictivo de "Los Zetas" retomó el control del reclusorio y estableció cobro de cuotas que llegan hasta 80 mil pesos.
En la pieza, se retoman denuncias que dicen que internos como "El Yuli", "El Boster" y "El Contador" tienen el control de las celdas, las visitas familiares y el trasiego de drogas al interior del penal.
Voceros del gobierno de Nuevo León señalaron que se trató de una especie de protesta sin violencia, y no de una riña o amotinamiento, aunque esto orilló a que fueran movilizados hacia el centro penitenciario efectivos del Ejército y de Fuerza Civil, pero no fue necesario su ingreso al penal.
La semana pasada ocurrieron dos motines en días seguidos en el penal de Cadereyta con saldo de cuatro muertos y 28 heridos, pese a las afirmaciones de las autoridades estatales, que aseguran tienen controlados los reclusorios y niegan la existencia de autogobierno por partes de los reos.
El penal del Topo Chico ha sido escenario de cruentas batallas entre facciones rivales del crimen organizado, que se disputan el control del reclusorio, el más antiguo del estado. En febrero 10 y 11 de 2016, ocurrió la peor masacre que haya ocurrido en algún centro penitenciario del país, con un saldo de 49 muertos y 34 heridos, de acuerdo al recuento realizado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pues el gobierno estatal únicamente habló de doce lesionados y 49 fallecidos.
Desde entonces hubo otros hechos sangrientos en el citado reclusorio, para sumar en total 54 muertos y más de medio centenar de heridos. En noviembre pasado EL UNIVERSAL publicó que continuaba el autogobierno, el cobro de piso y las extorsiones por parte de la delincuencia organizada, a pesar de que tres días después de los hechos sangrientos de febrero de 2016, la administración estatal aseguró que retomó el control del centro penitenciario.
En un comunicado, el gobierno del estado detalló que a las 21 horas del jueves unos 200 internos se concentraron para mostrar "su inconformidad y destruyeron algunas cámaras de seguridad".
“Se suscitó una protesta organizada pacífica por parte de la población penitenciaria, aproximadamente 200 personas, quienes se manifestaron por los medios, por los videos que se difundieron a nivel nacional; es lo que mencionaron algunas personas”, dijo Genaro Arturo Vázquez Sánchez, subdirector operativo.
La administración del Penal del Topo Chico reportó la situación bajo control desde aproximadamente las 22:30 horas y descartó enfrentamientos o lesionados.
ml