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La reforma que en 2013 creó y dotó de autonomía a la fiscalía de Nayarit también dio poderes absolutos a su titular, Édgar Veytia, detenido la semana pasada en San Diego, California, por tráfico de drogas.
El ex fiscal prácticamente no tenía contrapesos al interior de la dependencia y en el exterior sólo el Congreso del estado podía llamarlo a cuentas.
Según el artículo cuarto de la Ley Orgánica de la Fiscalía de Nayarit, ésta “es una institución con autonomía técnica y de gestión, por lo que sus funciones no podrán ser influidas ni restringidas por ninguna otra autoridad”.
Además, establece que la presidirá un fiscal general designado por el Congreso local a propuesta del gobernador; una vez designado el titular, éste nombrará sin restricciones a los representantes de la Dirección General de Investigación Ministerial, de la Dirección General de Procesos Judiciales, Dirección General de Asuntos Jurídicos, Dirección General de Policía Nayarit, Dirección General de Administración, Centro Científico de Comprobación Criminal Certificador y la Visitaduría General.
El fiscal estatal también puede “crear y suprimir unidades, así como agencias necesarias para el conocimiento, atención y persecución de los delitos”.
Entre las atribuciones de Édgar Veytia estaban designar y remover libremente a los titulares de los órganos que conforman la fiscalía, conceder permisos y licencias a los servidores públicos de la institución, determinar los cambios de adscripción, conocer y resolver de las excusas y recusaciones que sean interpuestas contra los agentes del Ministerio Público y resolver por sí mismo, o a través del servidor público en quien delegue dicha facultad, las inconformidades interpuestas por la víctima u ofendido en contra de las determinaciones del organismo público sobre su negativa u omisión en determinados actos.
En cuanto a sus obligaciones, el titular de la fiscalía debe comparecer ante el Congreso del estado para informar sobre los asuntos a su cargo cada vez que éste lo solicite.
Sin embargo, desde que fue nombrado fiscal en 2013 Édgar Veytia sólo acudió a comparecer ante el Congreso local cuando se realizaron las glosas de los informes del gobernador.
Incluso, no fue llamado a comparecer en casos delicados para la seguridad del estado, como en agosto de 2016, cuando fueron secuestrados en Puerto Vallarta los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, quienes se alojaban en un complejo turístico de Bahía de Banderas, en Nayarit; o después de que elementos de la Marina Armada abatieron en febrero pasado al líder del cártel de Los Beltrán Leyva, Juan Francisco Patrón Sánchez, El H2, quien se ocultaba en una concurrida colonia de Tepic.
El diputado Jorge Segura, coordinador de la bancada del PRI en el Congreso local, reconoció la falta de contrapesos de la fiscalía del estado e indicó que “se trabaja en corregir eso”, sin embargo, no dio mayores detalles de las modificaciones que se propondrán.
Ante esta situación, dijo, el Congreso de Nayarit ya prepara algunas reformas para que existan mayores contrapesos al interior de la fiscalía.
