Más Información
Quadri se inscribe a Pensión del Bienestar y Sheinbaum reacciona; “Si fuera consecuente, no se inscribiría", dice
AMLO sigue con seguridad de la Sedena, confirma Sheinbaum; “es mínima y también hacen otras tareas“, dice
Salvan miles de vidas con el riesgo de perder la propia. Las carencias que padecen los bomberos de Hermosillo no sólo se limitan a su vetusto edificio de más de 70 años, también se materializan en los remiendos y parches de sus equipos obsoletos, pero sobre todo en la falta de personal.
Aunque la vocación de servicio los ha hecho soportar promesa tras promesa de candidatos en tiempos de campaña, la dignificación de los bomberos, dice el oficial Jesús Díaz, se ha convertido en botín político; la situación, explica, se ha tornado insostenible.
En menos de un mes, los bomberos han realizado dos plantones para exigir al alcalde Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez que cumpla con sus promesas. En esta segunda ocasión, al volver a colocar las casas de campaña el pasado 10 de abril, advirtieron que pasarían Semana Santa frente al Palacio Municipal, aunque sabían que el edil gozó de sus vacaciones.
Las demandas de los bomberos son precisas. Piden nivelación de sueldos para obtener una mejor pensión o jubilación y contratación de más personal. Y, sobre todo, exigen que se amplíe la cobertura de servicios médicos de acuerdo a su riesgo laboral, pues actualmente se encuentran estimados igual que un oficinista. Como si un lápiz fuera igual de peligroso que un incendio.
Exigen, además, que se aplique un presupuesto comprometido por 21 millones de pesos para equipamiento, sin que se utilice para gasto corriente. Esos recursos fueron otorgados por la Federación, pero no se convirtieron en mejoras o mayor seguridad para el departamento.
Aunque la posibilidad de perder la vida mientras prestan servicio es una constante, los bomberos no cuentan con un seguro de vida con cobertura amplia, que incluya a sus familias. La situación es tan grave dice Díaz, portavoz de los bomberos, que “con el simple hecho de ponernos la máscara para atender alguna contingencia estamos en peligro pues están envenenadas y no son reemplazadas”.
Un bombero para 17 mil habitantes
Hermosillo tiene una población superior a los 700 mil habitantes tanto en el área rural como urbana, pero para atenderlos sólo cuentan con seis estaciones y 80 elementos operativos. Para poder prestar servicio a una población de esas dimensiones los bomberos trabajan 24 por 24; es decir la mitad permanece en activo durante 24 horas y el resto descansa.
Las cifras no son alentadoras pues con el número que se cuenta de elementos en Hermosillo cada bombero tiene que proteger a más de 17 mil 500 habitantes. Los bomberos aseguran que el alcalde les prometió construir cuatro estaciones más, pero hasta el momento no ha podido edificar ni siquiera una. En total, sólo siete unidades, obsoletas, se encuentran en condiciones de salir para atender contingencias. Una de ellas está inactiva, pues falta personal.
De acuerdo con el apartado de transparencia del Ayuntamiento de Hermosillo, hasta marzo de 2017 el alcalde Manuel Ignacio Acosta Gutiérrez percibe 75 mil 307 pesos; el sueldo de un bombero de línea está tasado en 15 mil 900 pesos. No obstante, la mayoría de los apaga fuegos gana un salario aproximado entre 7 mil y 9 mil pesos mensuales, según el oficial Díaz. Es decir, con lo que gana el alcalde se podría pagar el sueldo mensual de hasta 10 bomberos.
Por si fuera poco, el oficial explica que del monto mensual que gana se deben cubrir gastos médicos que el Isssteson no cubre, como cuando se requiere alguna tomografía, una resonancias magnéticas, ultrasonidos, entre otros. Por esta razón piden nivelación de salarial.
A pesar de los bajos salarios, los bomberos de Hermosillo están capacitados para apagar incendios, rescate acuático, salvavidas en aguas rápidas, playas y albercas, maniobras de rescate en estructuras colapsadas. Además, tiene conocimientos para atender personas prensadas en vehículos, manejar de materiales peligrosos y otros. Pero como el dinero no alcanza, los bomberos, cuando salen del servicio, trabajan como plomeros, electricistas, e incluso como recolectores de basura. Los hombres que apagan fuego hacen cualquier cosa para mantener a sus familias.
Un edificio en ruinas
En un recorrido que realizó EL UNIVERSAL por la Base Número Uno, la principal del departamento, se detectaron paredes derruidas, techos, pisos parchados, muebles viejos, malas instalaciones eléctricas y unidades descompuestas. Aunque la fachada del inmueble tiene apariencia moderna, sólo fue construida para tapar la pared original.
En realidad, el edificio fue construido hace más de 70 años y registra deterioro e instalaciones improvisadas. Hay áreas remodeladas, pero las grietas siguen saliendo a relucir. El piso trasero, donde se encuentran los camiones, tiene varios remiendos debido a las fugas de agua de las unidades por la falta de mantenimiento. Los empaques se rompen, se quiebran los tanques y se humedece el concreto. En el interior, donde antes tenían una área de esparcimiento, ahora hay una oficina de Protección Civil, cuyo personal, por el ruido que hacen, incomoda a los bomberos cuando buscan descansar. El gimnasio se convirtió en área de descanso.
Más promesas del alcalde
Manuel Acosta Gutiérrez, alcalde de Hermosillo, hace un año manifestó que el compromiso, por parte del ayuntamiento, era dignificar las instalaciones y equipo de los bomberos. Entre las promesas destacó la remodelación del cuartel de la central de bomberos, mismo que no se ha remozado desde su construcción.
Además, se comprometió con la compra de nuevos vehículos, al menos uno cada 12 meses. Y con la integración de por lo menos 20 bomberos a las filas del departamento cada año. Nada de eso se ha cumplido. El edil precisó que se haría una inversión de 2.5 millones de pesos. Respecto a la queja a los servicios insuficientes del Isssteson, y a los plazos laborales para las jubilaciones, el edil reiteró que estos asuntos exceden la esfera municipal, pero se comprometió a hacer las gestiones necesarias ante el Congreso.