Nuevas cámaras de videovigilancia se instalarán en zonas estratégicas de Sinaloa, en virtud que muchos de los equipos han sido destruidos con disparos, anunció el gobernador Quirino Ordaz Coppel.
El mandatario dio a conocer que se invertirá en tecnología de punta, a fin de que las diversas corporaciones policíacas tengan datos precisos de lo que sucede en las calles y puedan tener una reacción más efectiva en cuanto a los delitos de alto impacto.
Ordaz Coppel recordó que por cuestión de seguridad, se asignó de forma directa un contrato de 47 millones de pesos para adquirir un primer lote de videocámaras, las cuales van a ser instaladas en 100 puntos estratégicos para tener “suficientes ojos en la ciudad”.
A inicios de año, el secretario de Seguridad Pública del Estado, el general Genaro Robles Casillas, informó que de 249 cámaras de videovigilancia ubicadas en Culiacán y monitoreadas por el Centro de Emergencia y Respuesta Inmediata (CERI), sólo 14 funcionaban.
Señaló que se obligó al proveedor de los equipos a reparar los equipos dañados, con base en la garantía y el seguro que se tenía en el contrato.
También comentó que un grupo de técnicos en telecomunicaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional se sumaron a la rehabilitación de los equipos de video que están fuera de servicio y a brindar asesoría sobre el manejo de crisis a los operadores del 911.
El subsecretario de Seguridad Pública del Estado, Cristóbal Casteñada Camarillo, explicó que se interpuso denuncias ante la Fiscalía General del Estado por la destrucción a balazos de 22 cámaras de vigilancia y retiro de cables de conexión de otras.
Comentó que se entregaron los videos captados de los actos vandálicos en varios puntos de la ciudad, sobre todo en los fraccionamientos habitacionales, ubicados en la parte oriente de la ciudad, a fin de que se abran las carpetas de investigación respectivas por estos actos vandálicos.
Externó que serán las investigaciones las que establezcan si existe personal del C-4 involucrados en forma directa o indirecta con estos actos delictivos, puesto que quienes las destruyeron a tiros conocían su ubicación.
Castañeda Camarillo manifestó que a través de varios fragmentos de video, captados en varios puntos de la ciudad, donde fueron destruidas 22 cámaras, se espera poder identificar a los presuntos responsables.
Según los registros que se tienen, los mayores daños al sistema de videovigilancia controlado por el C-4 se ubicaron en los fraccionamientos habitacionales de la Campiña y las Quintas, donde algunos de los equipos captaron a personas descender de camionetas y disparar.
También se captó de personas que subieron a los postes para desconectar los cables de alimentación de algunos equipos, lo que implica que conocen el manejo de la tecnología que se tiene con estas cámaras.
afcl