Con destreza, arma la larga antena del equipo de transmisiones, con cinco kilogramos de peso que carga sin dificultad en la espalda.

Sus gráciles manos unen en segundos el equipo y está lista para recibir o entablar comunicación con las partidas del Ejército que continuamente recorren las serranías del estado de Oaxaca, en la lucha en contra del narcotráfico y el uso de armas ilegales.

Es la sargento segundo de Transmisiones, Isis Pantoja de los Santos, de Tlacolula de Matamoros, comunidad de la región de los Valles Centrales, asignada a la VIII Región Militar, en Santa María Ixcotel, Oaxaca.

Madre soltera, licenciada en Ciencias de la Comunicación, optó también por el uniforme verde olivo y decidió enrolarse en el Ejército Mexicano.

Isis Pantoja inició el 1 de junio de 2012 como soldado auxiliar oficinista; le gustaron las transmisiones y cursó un año en la Escuela Militar de Transmisiones, en Guadalajara; participó en un examen de ascenso y logró el puesto de sargento.

“Es difícil pero no imposible, tengo un motivo grande para estar acá, que es mi hijo, de tres años, y pues vale la pena.

“Mi pequeño se siente orgulloso de tener a una mamá que es militar; antes veía en los soldados sólo hombre y nunca se imaginó que hubiera mujeres. Está feliz, emocionado y presume en la escuela a su madre”, platica la sargento segundo de Transmisiones.

Su labor consiste en recibir comunicaciones vía radio de transmisión, y a la vez enviar respuestas, desde la sede del mando del cuartel, con las tropas que salen a operativos en serranías del estado.

A punto de cumplir cinco años con el uniforme verde olivo, no todo ha sido fácil:

“Ha sido un poco difícil, porque al igual que muchas compañeras soy madre soltera. Pero tengo un motivo grande que es mi hijo, y pues vale la pena estar aquí”, afirma.

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