Un colectivo de artistas internacionales se propuso darle una segunda vida a edificios en Cancún, con murales que fortalezcan el sentido de comunidad.

Se trata de una iniciativa impulsada por el Comité de Imagen Urbana de Cancún (CIMUC) y el colectivo Proyecto Panorama, que se encarga de darle color a esta ciudad.

La finalidad del proyecto es recuperar espacios de la zona hotelera y del centro de Cancún que se encuentran deteriorados; y, a través de la creación de murales, convertirlos en piezas de arte gigantes.

Por el momento hay cuatro intervenciones en proceso en las que se comenzó a trabajar desde el 28 de febrero: se trata de una estación de bomberos, el edificio de una discoteca con estragos del huracán Vilma, y dos torres habitacionales que presentaban deterioro.

Dos de los inmuebles se localizan en la avenida Bonampak, uno en la zona hotelera y otro en Marina Punta Este, respectivamente.

Además, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), a través del CIMUC, tiene ubicados más de 10 edificios en la zona hotelera que cuentan con las condiciones para participar el proyecto, y en los que se ha invertido 150 mil pesos para su rescate.

En estos inmuebles se tiene planeado hacer una segunda fase del proyecto del 2 al 10 de julio. En esta etapa se realizarán ocho intervenciones más, con lo que sumarían un total de 12 edificios intervenidos.

Una de las condiciones de la iniciativa es que los inmuebles no estén completamente abandonados, pues se pretende que mediante el arte se fomente un mayor sentido de pertenencia a la comunidad.

“Hay muchos inmuebles en los que vive la gente y pintar un mural tiene un efecto directo en la vida de los vecinos: se fortalece la convivencia entre ellos y se sienten orgullosos de vivir en ese sitio”, dice Patricia Linage, directora del Proyecto Panorama.

Plasman a vecinos. Para implementar la idea de comunidad en la que se basa la iniciativa, se les ha permitido a los vecinos ser parte del proyecto con la generación de espacios para que tanto niños como adultos se integren con los artistas e incluso sean plasmados en la pieza, como Doña Margarita, quien ha vivido en el barrio por 20 años y cuya imagen será plasmada en uno de los murales.

Son cinco artistas los que participan en el proyecto: AEC Interesnikazki, de Ucrania; Celeste Byers, de Estados Unidos; Aaron Glasson, Nueva Zelanda, y Gonzalo Areúz y Marisol D’estrabeau, de México. Todos ellos son voluntarios y son colaboradores de la plataforma Visual Junkies, dedicada a la ilustración, arte y fotografía.

Las obras que se realizan exponen temas culturales representados a través del arte contemporáneo, como la conservación de los océanos.

Se pretende que los murales en la zona hotelera tengan el sentido de identidad, pues están pensados para los trabajadores más que para los turistas. “Cuando trabajamos con arte público queremos que sea un arte positivo que envíe un mensaje a la comunidad y que haga reflexionar al espectador”, dice Patricia Linage.

El programa se sustenta con donaciones; en esta ocasión los principales patrocinadores son el Consejo Coordinador Empresarial, Cámara y Asociados, Grupo Regio, Pinturas Osel y Nueve Arte Urbano, que proporcionan los materiales necesarios para la creación de los murales, pues se necesita equipo especial como grúas, arneses de seguridad, rodillos, pintura y a veces aerosol, además de bloqueador y repelente para mosquitos.

“Organizar un evento conlleva mucha planeación logística: traer a los artistas, conseguirles hospedaje, comidas, transporte y también es necesario hacer actividades de sensibilización para los artistas”, menciona Linage.

En esta ocasión, los artistas recorrieron varios de los sitios más emblemáticos de Cancún para que los observaran y en sus pinturas pudieran plasmar la esencia del lugar.

Hasta ahora se descarta la idea de que la iniciativa se convierta en un corredor turístico, pues es un proyecto que se sustenta con donaciones.

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