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La última ocasión que el comisionado Jesús Alberto Capella Ibarra se refirió a Santiago Mazari Hernández, identificado por las autoridades como líder del Cártel de Los Rojos, exhibió enojo porque horas antes aparecieron mantas colgadas en puentes de la zona sur del estado con amenazas de muerte en su contra.
Fue la primera vez que el comandante respondió públicamente a un mensaje enviado supuestamente por Mazari Hernández, descrito por las autoridades como El Carrete y El Señor de los Caballos, puesto que en el texto se señalaba que el jefe policiaco recibió 50 mil pesos para sus “gastos”, así como boletos de avión; además lo acusan de proteger a bandas de secuestradores y a grupos delictivos dedicados al robo de combustible.
Capella sostiene que El Carrete es el principal objetivo a detener por las fuerzas policiacas estatales y federales por la comisión de delitos de alto impacto y su autoría de la mayoría de los últimos crímenes violentos. Entre esos homicidios se incluyen el desmembramiento de cuerpos humanos, cuyas piezas son arrojadas durante la madrugada en avenidas de alta afluencia vehicular. La cuenta de cuerpos desmembrados suman 16 en lo que va del año.
Reacción por aprehensiones. El jefe policial dice que las amenazas en su contra y la reacción violenta de El Carrete se debe a la aprehensión de 112 personajes alineados a ese grupo delictivo, desde 2015. Pero los crímenes violentos continúan, principalmente en municipios de la zona metropolitana y en el sur del estado.
Ayer, por cuarto día consecutivo, personal del Servicio Médico Forense levantó restos humanos en tres puntos de la zona norte de Cuernavaca, uno de ellos próximo al Instituto Nacional de Migración (INM).
Las piezas humanas estaban metidas en bolsas de basura y además se encontraron lonas colgadas en un puente con amenazas contra el comisionado Jesús Capella Ibarra, conocido como el Rambo de Tijuana.
Uno de los municipios más golpeados por la acción delictiva es Cuernavaca donde los cuerpos sin vida son acompañados de mensajes escritos atribuidos a Los Rojos y al Cártel Jalisco Nueva Generación. Las investigaciones policiales refieren que este último grupo es aliado de Guerreros Unidos, en tanto que Los Rojos tienen alianza con Los Chapos.
El Cuau presiona. La incidencia delictiva que registra Cuernavaca avivó la exigencia del edil Cuauhtémoc Blanco para demandar, mediante una controversia constitucional, la anulación del convenio entre gobierno estatal y municipio que faculta a la Comisión Estatal de Seguridad el control de la policía preventiva.
Blanco afirma que las cifras oficiales ponen en tela de juicio la efectividad del modelo de Mando Único en Cuernavaca y convocó al gobierno estatal a regresar al municipio la operatividad de la policía preventiva.
Capella Ibarra afirmó que el Sistema Nacional de Seguridad Pública ubicó a Cuernavaca con las cifras más bajas desde 2014, en incidencia delictiva. Precisó que en el periodo de enero a diciembre de ese año se registraron 23 mil 224 delitos, mientras que en 2016 la cifra descendió a 17 mil 740 delitos, lo cual equivale a una disminución de 23.6%.
Las fichas de la Fiscalía General del Estado informan de 150 homicidios dolosos, en tanto que en el mismo periodo de 2016 la cifra fue de 92.
Desmembrados. En lo que va del año, 16 cuerpos desmembrados han sido encontrados en distintos municipios de la entidad; cinco de ellos en Cuernavaca, dos en linderos de Cuernavaca y Jiutepec, dos en Jojutla y uno en los municipios de Jiutepec, Puente de Ixtla, Yautepec, Amacuzac, Coatlán del Río y Temixco, respectivamente; 13 de ellos eran hombres y dos mujeres.
La mayoría de los casos han sido reportados durante la madrugada, dispuestos en lugares concurridos y al menos en siete casos, se han localizado mensajes en contra de presuntos delincuentes y de las autoridades.
El primer caso del año se registró el pasado 6 de enero en Puente de Ixtla; restos humanos fueron localizados en el Río Chalma.
El día 10, los restos de un hombre fueron esparcidos en el centro del poblado de Atlacomulco, en Jiutepec, y en pleno centro histórico de Cuernavaca, en las primeras horas del día.
Una semana más tarde, el 18, el cuerpo de un hombre fue dejado en las inmediaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, el Hospital General y el IMSS, todos en Cuernavaca. Presuntamente el cuerpo era de un policía quien participó en el operativo de la colonia Papayos, lugar de alta peligrosidad en la capital morelense, cuando se registró un enfrentamiento entre presuntos grupos delincuenciales. El hallazgo también se registró durante la madrugada.
Un par de días después, en el poblado de Tlatenchi en Jojutla, fueron hallados restos de un hombre; el día 23, otro fue cercenado y dejado durante la madrugada frente a un restautante en Yautepec; el 25 de enero también fue localizado un cuerpo destazado en el municipio de Jojutla y, otro más, la madrugada del 29, en las inmediaciones de Altavista.
En febrero se registraron cinco casos. Al mediodía del 8, el cuerpo cercenado de Karen, de 20 años y vecina de la colonia Norte de Puente de Ixtla, la más peligrosa de la localidad, fue hallado flotando sobre el río Amacuzac en el municipio.
Dos días después, también en la madrugada en el poblado de Cocoyotla en Coatlán del Río, el cuerpo de un joven fue dejado frente a las canchas de usos múltiples; 48 horas más tarde, el 12, otro cuerpo desmembrado fue localizado en la barranca de Analco de la colonia Los Pinos, en Jiutepec.
El día 17, en la colonia Guadalupe de Jojutla, fue dejado el cuerpo desmembrado de un joven, afuera de un bar. El día 22, los trabajadores de la recolección de basura encontraron una mano y cabello en una bolsa de basura en el poblado de Ocotepec, en Cuernavaca. Se presume que la víctima era mujer. Los restos fueron localizados en las inmediaciones de la escuela secundaria de la localidad. Esta semana, cuatro cuerpos desmembrados aparecieron en Cuernavaca, Temixco, Jiutepec y Yautepec.
