“Si me van a lapidar y no me perdonan porque participé en un reality show cuando era un niño, y piensan que por eso no puedo aspirar a la Presidencia, pues ahí tienen a los mismos de siempre, a los que han arruinado a este país”, se defiende Patricio Zambrano, quien se considera el mejor candidato para llegar a Los Pinos.
Menciona que de los precandidatos presidenciales sólo le da el beneficio de la duda al dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Entrevistado en su oficina, donde carece de escritorio y atiende a decenas de personas que le presentan toda clase de problemas de salud, despojos, y para que les ayude a encontrar a víctimas de desaparición, Zambrano acepta que su decisión de atreverse a buscar la Presidencia para generar un cambio, le ha acarreado burlas, reclamos, insultos y agresiones.
“Corrimos a don Porfirio Díaz hace más de 100 años porque tenía 33 años en el poder”, pero dice que si nombra a 50 personas que tienen ese tiempo en el poder, son pocos, y pone como ejemplo a los Yunes, en Veracruz; los Del Mazo, en el Estado de México; los Beltrones, en Sonora, y los Murat, en Oaxaca. Así, dice, se han apropiado de todo el país y se protegen unos a otros, lo cual explica que habiendo un “desfalco” de 950 mil millones de pesos en estados y municipios, no haya castigo para gobernadores como Rodrigo Medina y Javier Duarte.
Lamenta que cuestionen la seriedad de su propuesta por haber participado en Big Brother. “Si yo no debo o no puedo, ¿entonces quién?”.
Recuerda que para poder ingresar al reality show hubo que ganar el derecho frente a un millón y medio de mexicanos inscritos. “Fue un gran ejercicio de libertad, de despertar ciudadano, de despertar de conciencia, estuvimos confinados en una casa por tres meses, en donde no teníamos más comida que la que nos ganábamos trabajando”.
“Que la sociedad piense eso, cuando fue hace 15 años, cuando yo era un niño, pues lo lamento mucho, aquí ya estamos hablando de otra cosa, y ya le dimos la vuelta muchos ciudadanos a esta situación”, dijo el Pato.