A la par de la sequía que padecen los estados de Baja California y Sonora, durante el trimestre de diciembre de 2016 a febrero de 2017, los primeros tres meses completos de la era Trump, México recibió de Estados Unidos la menor cantidad de agua del río Colorado para un periodo igual de los últimos doce años, según cifras de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), creada en 1889 para dirimir diferencias entre los dos países.

Los números justifican el temor y preocupación que han externado investigadores, ambientalistas y agricultores de dicha región, porque “con Trump nadie sabe a qué atenerse”, dice Rutilo Lorenzo Mendoza, representante del módulo 14, uno de los 22 que integran el distrito de riego del Valle de Mexicali, en el norte de Baja California y noroeste de Sonora.

Al sumar las entregas que hizo Estados Unidos a México de diciembre de 2016 a febrero de 2017, el volumen es menor al recibido en iguales periodos desde 2005, con diferencias que van de 9.4 hasta 78.1 millones de metros cúbicos (Mm3).

De diciembre de 2005 a febrero de 2006, se recibieron 493.5 millones de metros cúbicos (Mm3); de diciembre de 2006 a febrero de 2007, (483.9 Mm3); de diciembre de 2007 a febrero de 2008, (506.9); de diciembre de 2008 a febrero de 2009, (518.6); de diciembre de 2009 a febrero de 2010, (552.6); de diciembre de 2010 a febrero de 2011, 527.1; de diciembre de 2011 a febrero de 2012, 485.1; de diciembre de 2012 a febrero de 2013, 528.1 Mm3.

De diciembre de 2014 a febrero 2015 se recibieron 512.5 Mm3; de diciembre de 2015 a febrero de 2016, 540.8; y de diciembre de 2016 a febrero de 2017, 474.5 millones de metros cúbicos del río Colorado que nace en las montañas Rocallosas y desemboca en el Mar de Cortés en territorio mexicano.

Francisco Javier Zepeda Moreno, presidente del Comité Ecológico Sonora-Baja California AC., quien denunció a través de una carta la disminución en las entregas de agua para los residentes del Valle de Mexicali, Tijuana y del distrito 014 (Mexicali y San Luis Río Colorado), afirma que son víctimas de “traición” por los representantes mexicanos ante la CILA, al aceptar modificaciones al Tratado Internacional de 1944, mediante el acta 319, suscrita el 20 de noviembre de 2012.

Ahí se estipuló disminuir las entregas anuales a México, en 62, 86 ó 154 Mm3, si para el primero de enero el nivel del lago Mead está en o por debajo de los 1,075, 1,050 ó 1,025 pies sobre el nivel del mar; pero al día de hoy estaría por arriba de esos valores, según Zepeda.

Además, México se obligó a entregar antes del 31 de diciembre de 2017, 153 Mm3 de agua diferida, que mantiene almacenada en presas de su vecino del norte, “para su uso en Estados Unidos” y a cambio EU, destinaría 21 millones de dólares para programas de infraestructura y proyectos ambientales.

En entrevista con EL UNIVERSAL, José de Jesús Lévano Grano, secretario de CILA, asegura que este año está totalmente garantizada la cuota mínima de 1,850 Mm3 anuales, que se estableció en el Tratado de 1944; “las entregas han estado conforme al calendario que ha preparado la CNA para este año”.

Señala que desde 1944 que se firmó el Tratado, en ningún año México ha recibido menos de 1,850 Mm3, pero la cuenca del Colorado está en una sequía muy prolongada desde el 2000, y hoy los niveles del lago Mead ponen en riesgo el abastecimiento para Wyoming, Colorado, Nuevo México, Utah, Nevada, Arizona y California, en EU; así como el norte de Baja California y noroeste de Sonora.

Defiende el acta 319: “Son acciones de cooperación para mejorar la cuenca del río Colorado, y México podría almacenar agua en presas de Estados Unidos”. Su busca negociar un acuerdo subsecuente en los mismos términos, en verano-otoño de este año, porque el acta vence el 31 de diciembre de este año.

Cuando se le menciona que en el primer trimestre de la era Trump, México recibió la menor cantidad de agua desde 2005, asienta: “Eso es lo que pidió la CNA, si pide más se le entrega más, depende mucho de lo que van a regar, no depende de Estados Unidos ni de nosotros, aquí simplemente cumplimos con un calendario de entregas, no tiene que ver con disponibilidad”.

-Es posible un endurecimiento de Estados Unidos en las negociaciones, por influencia de Trump?

-El tratado (de 1944) está vigente, no tiene una fecha de expiración y por lo tanto obliga a los dos gobiernos a cumplir con las estipulaciones establecidas.

Nosotros atendemos al cumplimiento de los tratados desde un punto estrictamente técnico y no entramos a la parte política de la relación.

afcl

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