Después de compartir en Twitter la imagen del pie amputado de un paciente, dos jóvenes residentes de la clínica 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al noroeste de la ciudad, fueron dadas de baja, y se presentó en su contra una denuncia penal.
La fotografía donde aparecen con rostro sonriente y una de ellas sosteniendo la extremidad amputada, fue acompañada con el mensaje: “Mi primera pierna, papá. Perdone usted si estas imágenes le causan molestia”.
La fotografía desató gran polémica en las redes sociales, pues mientras unos cuestionaban su falta de sensibilidad o de ética, y la responsabilizaban de atropellar los derechos de su paciente, otros consideraron que no deberían ser “linchadas”, ya que se trataba de un momento importante en su carrera dentro de la medicina.
La delegación estatal del IMSS procedió a dar de baja a las doctoras residentes, una de ellas de nombre Carolina, y una acompañante que no fue identificada.
Entrevistado sobre el caso, Luis Antonio Lucio, investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) que se ha especializado en las redes sociales, consideró que este hecho es resultado de lo que han dejado de hacer los adultos para educar en el uso responsable de las nuevas tecnologías a los niños, adolescentes y jóvenes, aunque las personas mayores no están exentas de cometer este tipo de errores.
Afirmó Lucio que es necesario incluir una asignatura, desde preescolar hasta profesional, para educar en el uso seguro y responsable del Internet para el cuidado de uno mismo y de los demás.
Comentó que las jóvenes residentes son parte de una generación que se formó en las redes sociales, y tiene una gran necesidad de socializar todo lo que ocurre en su vida para obtener aceptación y en su caso construir una imagen de éxito profesional.
A su vez el doctor y académico de la UANL, Juan de Dios Sánchez Martínez, comentó que la difusión de la imagen con la pierna amputada, es un hecho censurable donde se falta a la ética y la confidencialidad, y se pierde el respeto del paciente y su familia, además de que se observa una carencia de sensibilidad social.
Coincidió en que se deben reforzar los valores en todos los niveles escolares, porque esa misma insensibilidad ante el dolor ajeno, lo ha observado en los reporteros policiacos, que están a la caza de imágenes en las áreas de urgencias de los hospitales de la ciudad, sin el menor respeto por la víctima o sus familiares.
Sin embargo, Sánchez Martínez consideró que la rescisión del contrato o la suspensión de la licencia a estas doctoras, no es el remedio ante un hecho sintomático, pues se trata de un caso centinela, que debe servir para aprender y enseñar, mientas las jóvenes residentes deben ofrecer una disculpa y someterse a tratamiento.
afcl