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estados@eluniversal.com.mx
Con un mega operativo la policía “reventó” una fiesta clandestina y detuvo a 441 personas, 308 de ellos menores de edad y 134 adultos. La razón del operativo fue el consumo de bebidas embriagantes y porque se registró una riña en el evento denominado Fiesta Safari, el cual se realizó de manera ilegal en una bodega en la calle Aldama, en pleno centro de la ciudad.
Decenas de patrullas fueron insuficientes para el traslado de los infractores al área de menores y a los separos de la Policía Municipal. En medio de la confusión se estima que más de 150 lograron escapar. Según las primeras pesquisas de la policía, la convocatoria para la fiesta se hizo a través de redes sociales.
De acuerdo con Patricia Moreno Domínguez, coordinadora de la Unidad Especializada de la Policía en la Atención a la Violencia Familiar (UNEPAVIF), no se había registrado un hecho de este tipo, que requirió de trabajo coordinado de diferentes dependencias municipales.
“Fue impresionante, este es un hecho sin precedentes, el Código Rojo de emergencias policiales fue activado poco antes de la medianoche del sábado y el operativo terminó hasta la madrugada del domingo. La calle de Aldama fue cerrada a la circulación desde Acuña a Xicoténcatl”, informó la funcionaria a EL UNIVERSAL.
Dijo que ella estuvo al pendiente del operativo porque la policía no se daba abasto, les faltaban unidades y en la UNEPAVIF apoyaron con vehículos para llevar a los menores a la delegación poniente donde está el área especial para ellos.
El sábado, después de las 11 de la noche, relató, se recibieron varias llamadas de vecinos de la calle Aldama, a través del 911, quienes reportaron que en una bodega, entraban y salían personas, que había mucho escándalo, y que al parecer se estaban peleando y no los dejaban dormir.
Tres o cuatro agentes de la Policía Municipal acudieron al lugar señalado y se percataron que había unas 600 personas, que era una fiesta y varios menores de 18 años estaban tomando cerveza y alcohol, por lo que avisaron a sus superiores y se activó el Código Rojo.
En minutos arribaron todas las patrullas de la policía Preventiva Municipal y del Grupo de Reacción Operativa Metropolitana (GROM).
Los elementos entraron al lugar y pararon el evento, y al descubrir a menores in fraganti procedieron a la detención de los infractores.
Fueron 308 menores de 14 a 17 años de edad, 130 adultos y cuatro más los que fueron consignados al Ministerio Público (MP) del fuero común.
Hasta este momento no se ha revelado el nombre del dueño de la bodega ni del organizador del evento clandestino, Moreno Domínguez consideró que quizá sea para no entorpecer la investigación.
Los nombres de los infractores quedaron apuntados en una lista, como referencia de cometer actos fuera de la ley, añadió.
“La policía llamó a las casas de los chamacos y despertó a los padres para avisarles que tenían que venir por ellos con copias del acta de nacimiento, identificación y comprobante de domicilio”, refirió.