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Un enfrentamiento entre presuntos delincuentes y elementos de la Fuerza Única Regional de Jalisco, en el municipio de Jocotepec, en la ribera del lago de Chapala, dejó como resultado cinco personas muertas.
De acuerdo con los primeros reportes de las autoridades, presuntos delincuentes abrieron fuego contra los elementos estatales sobre la carretera Guadalajara-Jocotepec, a la altura del poblado El Molino.
Tras el tiroteo cinco fallecieron y dos escaparon en una motocicleta, mientras que en el lugar quedaron abandonadas otras dos motos y una camioneta pick up blanca Toyota; además se aseguraron dos armas largas, cinco cortas y dos granadas.
En la región se desplegó un fuerte operativo de búsqueda mientras peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses se encargaron de procesar la escena del enfrentamiento y levantar los cuerpos.
Hasta el momento, la fiscalía de la entidad no ha brindado mayor información sobre los hechos.
Apenas este martes, la fiscalía local tomó el control de la policía municipal de Ocotlán, sobre la misma ribera del lago de Chapala, debido a que detectó en la región la presencia de la misma célula delictiva que en abril de 2015 atacó un convoy de la Gendarmería Nacional provocando la muerte de cinco elementos.
“También tiene relación con un enfrentamiento en Tanhuato, Michoacán. Era necesaria la presencia de una mayor fuerza institucional para evitar que pudieran suceder actos como éste”, indicó el fiscal Eduardo Almaguer respecto a este grupo delictivo.
Tras esa intervención —criticada por el presidente municipal, Paulo Gabriel Hernández— se informó que durante un mes los 51 elementos de la dependencia recibirán adiestramiento en Guadalajara.
Sin embargo, Paulo Gabriel Hernández recriminó la actuación de la dependencia estatal y aseguró que todo ocurrió de “de manera inadvertida y sin ningún aviso o comunicado”.
El edil aseguró que la fiscalía sólo le informó de lo ocurrido hasta que todos los elementos de la policía municipal fueron desarmados y encuartelados.
Aunque dijo no estar en contra con el proceso de reevaluación y capacitación argumentado por la fiscalía, manifestó su inconformidad con la forma en que se condujeron los agentes del estado y acusó que en el relevo de mando no se sujetaron a los protocolos establecidos en materia de colaboración
y coordinación.