Más Información
Otorgar suspensiones es obligación de los juzgadores: magistrado Torres Ángel; “no es delito para abrir una carpeta de investigación"
Da Cámara de Diputados casi 80 mil pesos a Pedro Haces para viaje a Suiza; 19 mil pesos de viáticos por día
Fernández Noroña retira petición a la Corte para que sobresea recursos contra reforma judicial; “no nos moveremos un milímetro”, advierte
La administración de Jaime Rodríguez Calderón, 'El Bronco', se ha caracterizado por una serie de incidentes en centros penitenciarios que van desde fugas, riñas, motines hasta masacres. Los hechos han estado marcados por un elemento común: la presencia de “autogobiernos” en penales como Topo Chico, Cadereyta y Apodaca.
Masacre
La noche del 10 y madrugada del 11 de febrero de 2016, una riña en el penal de Topo Chico se convirtió en la más grande masacre registrada en un penal en México. En ese incidente murieron 49 internos en un enfrentamiento entre dos facciones del cártel de Los Zetas, que se disputaban el “autogobierno” del reclusorio más antiguo de la entidad. Sólo ese año se registraron un total de seis hecho violentos que sumaron 54 muertos y 41 heridos.
Penales llenos
Luego de la guerra contra el narcotráfico entre 2006 y 2013, y de la separación entre Los Zetas y el Cártel del Golfo, en 2010, los penales de Nuevo León se llenaron de presos del crimen organizado, lo que aumentó las luchas violentas entre grupos por hacerse del control de los centros penitenciarios.
El 19 de febrero de 2012, en el penal de Apodaca, se presentó la que para entonces constituía la peor masacre en un reclusorio del país. Fueron asesinados 44 internos relacionados con el Cártel del Golfo y se fugaron 37 vinculados a Los Zetas.
Violencia
Después de la matanza de Apodaca, las autoridades empezaron a recluir en Topo Chico a peligrosos líderes de Los Zetas y del Cártel del Golfo. Según fuentes consultadas, esto incrementó las pugnas entre los grupos por el poder, así como las extorsiones y la violencia contra quienes se resistían a ser sometidos.
Después de la masacre del 11 de febrero de 2016 en Topo Chico, las autoridades afirmaron haber tomado el control del penal y terminado con el cobro de piso, el tráfico de drogas y los privilegios. El gobernador Jaime Rodríguez afirmó entonces que no volverían a presentarse incidentes violentos; sin embargo, asociaciones civiles sostienen que persiste el autogobierno, pues no hay custodios suficientes ni separación entre los reos de acuerdo a su peligrosidad.
Nuevo penal
Desde octubre de 2008, la administración estatal planeaba construir un penal de máxima seguridad en Mina, obra que fue cancelada en 2015 por alta de recursos. Ya con "El Bronco" se planeó abandonar dicho proyecto y llevar el penal a Galeana, tierra natal del gobernador. El gobierno federal se opuso, pues se perderían los 430 millones de pesos ya invertidos en Mina.
"El Bronco" ha dicho que Topo Chico se cerrará de manera definitiva y los presos serán trasladados al nuevo penal. Afirma que los recursos que se obtengan con la venta del terreno serán utilizados para el nuevo reclusorio, que sería construido con la modalidad de Asociación Público Privada y se analiza dejar su administración al sector empresarial.
* Con información de David Carrizales
afcl