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El sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, fundador del albergue para migrantes Hermanos en el Camino, en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, confirmó que es uno de los 318 candidatos al premio Nobel de la Paz 2017.

“La sola nominación y la aceptación del Instituto Nobel viene a fortalecer la causa de los migrantes y de los defensores de los derechos humanos”, dijo Solalinde Guerra.

El prelado, quien inició sus labores en favor de los migrantes desde la Pastoral de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano hace poco más de 10 años, consideró que su nominación al premio Nobel de la Paz 2017 es “un empujón grandísimo para fortalecer la causa de los migrantes y de los defensores de los derechos humanos en México”.

―¿Quién lo nominó?

―Tengo entendido que la propuesta inicial surgió del rector de la Universidad del Estado de México, el académico Jorge Olvera. Pero realmente desconozco a qué premio Nobel recurrió para que solicitara mi nominación.

Solalinde Guerra recordó que desde hace cinco años personas de Amnistía Internacional, Médicos sin Frontera y líderes de la Unión Europea ya habían explorado la posibilidad de impulsar su candidatura al Nobel de la Paz. “Les dije que no”, rememoró.

En 2013, cuando recibió el doctorado Honoris Causa en la Universidad del Estado de México por su labor humanitaria, se exploró la posibilidad de nominarlo, pero fue hasta septiembre del año pasado que se logró su inscripción ante el comité Noruego del Nobel.

“Hay mucha gente valiosa que está en la lista de candidatos. Me dicen que está el Papa Francisco. La mera verdad yo estoy contento con la nominación porque obliga a voltear los ojos hacia México y América Latina frente a la política xenofóbica de Donald Trump, en Estados Unidos”, señaló.

En defensa de la comunidad latina que vive sin papeles en el territorio estadounidense, Solalinde Guerra anunció su participación en la marcha masiva del próximo 1 de mayo en Los Ángeles, California, y dijo que prepara el encuentro con líderes migrantes.

Celebran Hermanos en el Camino. La nominación del sacerdote causó alegría entre sus colaboradores en el albergue Hermanos en el Camino, donde brindan ayuda a los migrantes en su ruta hacia Estados Unidos.

“Aunque no le den el premio, su nominación nos obliga a trabajar con más fuerza en favor de los migrantes”, dijo Alberto Donis, colaborador de Solalinde Guerra en el albergue. Recordó que el padre ha recibido varios premios y reconocimientos, como el que le entregó la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y el Premio Asturias, que le dieron en España, en diciembre del año pasado.

El premio Nobel de la Paz se anunciará en octubre de este año. El comité noruego sólo ha informado que en este año están nominados 215 personas y 103 organizaciones. “Es un gusto, pero también es una gran responsabilidad saber que el padre Solalinde está en esa lista”, precisó Alberto Donis.

El sacerdote fue uno de los primeros defensores de los normalistas, quienes fueron desaparecidos los días 26 y 27 de septiembre de 2014.

Solalinde denunció que según reportes que le enviaron de forma anónima, los normalistas habrían sido incinerados, además, se solidarizó con sus familiares y junto a ellos recorrió cárceles y comandancias militares en busca de su paradero.

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