estados@eluniversal.com.mx
Melissa Soledad Sánchez Villanueva se accidentó en una motocicleta, en junio de 2016. De inmediato acudió a solicitar la atención médica a su clínica del IMSS de la capital de Oaxaca, por ser derechohabiente y además por tratarse de un riesgo de trabajo.
En el área de Traumatología valoraron la lesión en su rodilla derecha y le dijeron que le practicarían una cirugía, por una probable meniscopatía.
Pero la intervención quirúrgica ha sido aplazada en tres ocasiones, bajo el argumento de que no es riesgosa y que por remodelaciones, no hay quirófanos suficientes en el Hospital de Zona número uno, “Dr. Demetrio Mayoral Pardo”, donde se realizaría la cirugía.
Apenas en noviembre pasado, la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) remitió a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) las quejas de tres pacientes que acusaron tardanza en la práctica de cirugías ya programadas.
En los dos últimos años, el organismo nacional ha emitido al menos cinco recomendaciones por malas prácticas médicas en distintos hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Postergaciones. “Primero me atendieron bien, pero después únicamente me daban pastillas; a los tres meses me mandaron a terapia pero igual no mejoraba. Al quinto mes me dijeron que me tenían que operar, pero que sería hasta el 31 de octubre”, dice Melissa.
“Llegada esa fecha, me dijeron que se cancelaba y se reprogramaba hasta finales de noviembre, que también cancelaron porque los quirófanos estaban en remodelación; después, que sería en diciembre pero que no era seguro porque todo el personal se iba de vacaciones”, narra Melissa Soledad, quien utiliza un bastón para caminar.
A principios de este año Melissa acudió nuevamente al área de Traumatología, pero no le dieron respuesta y la enviaron con la directora del hospital, Martha Escobar Vásquez, quien le dijo que se estaba dando prioridad a cirugías de alto riesgo y que en enero sería un hecho la operación.
“Hemos estado acudiendo cada semana de enero pero siempre nos dicen que no se puede; me traen en vueltas y no dan fecha”, precisa.
“Dicen que me tienen que hacer una artroscopia para verificar el daño y que con una resonancia se resuelve más rápido, pero los aparatos los hay únicamente en Puebla y que tardaría cuatro meses; pero en mi caso ya rebasé los siete meses de espera”, expone.
La joven añade que por las lesiones, constantemente sufre dolores y no puede caminar bien; incluso, se ha afectado su vida familiar, al no poder atender adecuadamente a su hija.
“Al momento no tengo problemas en el trabajo como analista de riesgos en una compañía aseguradora, porque me dan incapacidad médica pero ya se están impacientando porque se está tardando. Temo perder mi empleo”, expone, y solicita a los directivos del IMSS en Oaxaca que agilicen su intervención quirurgica.
Más casos. En noviembre del año pasado, la DDHPO integró tres expedientes de queja por igual número de pacientes, quienes denunciaron retraso en la práctica de una cirugía.
El 9 de noviembre, la Defensoría estatal advirtió de probables violaciones al derecho a la salud de dos pacientes del Hospital de Zona número uno. Por esos casos el organismos abrió, dos expedientes de queja, identificados con los folios DDHPO/2258/(01)/OAX/2016 y DDHPO/2249/(01)/OAX/2016.
Uno de los casos se refieren a M. L. N. L. fue internada desde el 28 de octubre porque sufrió la fractura de una mano con exposición de hueso, por lo que debió ser intervenida de manera urgente, pero cinco días después no la atendían. En el segundo caso, F. F. R., estuvo internado desde el 31 de octubre en el área de urgencias debido a la falta de circulación en su pierna izquierda, que le generaba un gran dolor.
En este caso, el diagnóstico fue que el paciente tenía que ser intervenido para amputarle dos dedos del pie, a fin de evitar que la infección avanzara, pero tampoco fue atendido. Incluso, tuvo que comprar medicinas hasta por casi 100 mil pesos.
El 28 de noviembre del año pasado, nuevamente la DDHPO abrió un expediente, tras la comparecencia de la ciudadana Y. C. O., quien reclamó probables violaciones a los derechos humanos de su hijo, atribuibles al médico J. H. B., del área de Traumatología.
Solicitó medidas cautelares a fin de que se efectuara a la brevedad una cirugía que requería el paciente, quien fue ingresado el 31 de octubre por una fractura; y a quien se intervendría el 15 de noviembre. La cirugía finalmente fue cancelad, al argumentarse que había dos intervenciones de urgencia.
El 29 de diciembre, en un comunicado el IMSS Oaxaca reconoció retrasos en las cirugías debido a remodelaciones en dos quirófanos.
Cadena de errores. En el 2016, el IMSS Oaxaca recibió al menos dos recomendaciones por parte de la CNDH, una de las cuales se debió a violencia obstétrica y a inadecuada atención en el hospital rural Prospera número 66 de Santiago Juxtlahuaca.
En 2015 fueron tres, en el hospital rural número 290 de Miahuatlán de Porfirio Díaz; en el 35 de Santiago Jamiltepec y en el 34 de Tlaxiaco, los dos últimos por violencia obstétrica.