Unas cien personas se congregaron a celebrar los cien años de la Constitución de 1917 porque, afirmaron, a pesar de las reformas de los últimos años que han revertido grandes avances en los derechos sociales, económicos y culturales del pueblo de México, todavía ampara garantías que no han sido cumplidas y se deben seguir defendiendo, como son el derecho a la salud, educación, a un medio ambiente sano y a un trabajo digno.
En un acto realizado en la Plaza de la Purísima, al poniente del primer cuadro de la ciudad, el periodista, músico y actor de teatro, Alfonso Teja-Cunningham, mencionó que de 1917 a 1921, la Carta Magna no tuvo una sola modificación, mientras de 1921 a la fecha sufrió 699 cambios, al grado que sólo 22 de sus 136 artículos permanecen inalterados.
Expuso que tan sólo en los últimos diez años, a partir del gobierno de Felipe Calderón y en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, la Constitución fue modificada 257 veces, que la impregnaron profundamente del espíritu neoliberal, y sirvieron entre otras cosas para privatizar los recursos públicos, y enfocar la democracia al servicio de los partidos políticos.
Pero no obstante nuestra Constitución, “violada y mutilada tantas veces, todavía es el espíritu de la Nación y hay que cuidarlas y defenderlas, a la Nación y a la Constitución”, dijo Teja.
La activista por los derechos civiles, económicos, ambientales y humanos, Liliana Flores Benavides, mencionó que la Constitución Mexicana de 1917 fue en su momento la más avanzada en el mundo en cuanto al reconocimiento de los derechos sociales y las garantías individuales del ciudadano, que durante los últimos 30 años han venido siendo mutilados y revertidos por los gobiernos neoliberales.
Afirmó que la lógica de quienes nos han gobernado, es exprimir a los ciudadanos y despojar a la nación de sus recursos, asumen como legítimas las deudas que heredan de quienes los antecedieron y que usaron para enriquecerse, sin que se castigue el mal uso ni se intente la recuperación de esos recursos, y para continuar con la misma política de saqueo y despilfarro, nos aumentan impuestos y nos imponen gasolinazos arruinándoles la vida a millones de mexicanos.
“Este país tiene un cuerpo de clase política que está lleno de corrupción e impunidad, pues mientras la desigualdad se expresa en la mesa de las familias y jornadas laborales intensas , mal pagadas, el corazón de quienes nos gobiernan se ha llenado de avaricia”, expresó Flores Benavides.
Admitió que la Constitución ha tenido muchas reformas, que han mermado derechos, pero aún contiene garantías que no han sido cumplidas y debemos exigir nuestro derecho a tener salud, gozar de un ambiente sano y a tener un trabajo digno.
Recordó que en Monterrey, siendo la ciudad con menor participación de toda Latinoamérica, gracias a las movilizaciones de los días pasados, se logró en apenas en un mes, se obligó al gobierno estatal a respetar el compromiso de reducir la tenencia al 50 por ciento, cuando sólo pretendía descontar un 20 por ciento.
Igualmente, se logró que el Congreso aprobara y Jaime Rodríguez publicara en el Periódico Oficial del Estado, la eliminación de las medidas de terrorismo fiscal, que facultaban al gobierno a embargar bienes por adeudos fiscales, y ahora van por lograr echar abajo los aumentos del gasolinazo, en una lucha coordinada con ciudadanos de otros estados del país, expresó Flores Benavides.
afcl