El presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), Graco Ramírez afirmó que desde una postura progresista, en México se ha planteado que en la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC), se incluyan cláusulas de derechos humanos, seguridad y migración.
Aseguró que a los mexicanos se les respeta de manera unánime, por lo que confió en que la política norteamericana pase por nuevos tiempos, en donde no prosperen las acciones autoritarias.
Sostuvo que sus homólogos de Estados Unidos sin importar filiación partidista, no comparten la suspensión unilateral del Tratado de Libre Comercio (TLC), ya que afectaría seriamente la economía entre México y Norteamérica en donde se construye una nueva realidad.
Durante su ponencia "El rol de los gobiernos subnacionales en la relación México- Estados Unidos", con estudiantes de George Washington University, el mandatario de Morelos, destacó que los gobernadores mexicanos superaron diferencias para impulsar una postura firme ante el presidente Donald Trump: negociación económica, migración y seguridad en la frontera común.
Graco Ramírez afirmó que el mandatario norteamericano, Donald Trump, representa un peligro para el mundo, confronta los valores democráticos, fomenta el racismo y no respeta la libertad de expresión, por lo que sugirió prudencia, paciencia y firmeza para enfrentar la nueva situación.
“A la luz de las políticas proteccionistas de Trump, las cadenas productivas que generan ingresos y trabajos en Estados Unidos están en riesgo. Seis millones de empleos en los Estados Unidos están ligados a las actividades económicas con México. 60 por ciento del comercio externo de tres estados (Texas, California y Michigan) se realiza con México”, explicó.
Graco Ramírez agregó que la República Mexicana demanda bienes y servicios del mercado internacional, especialmente de los Estados Unidos de América, por eso es el segundo mayor socio comercial de aquel país y el segundo comprador en el mundo de productos estadounidenses.
El gobernador de Morelos afirmó que la construcción del muro en la frontera entre Estados y México es inaceptable, se trata de un acto de provocación a la relación bilateral, una acción totalmente hostil y contraria a los principios de amistad, convivencia y respeto entre las naciones y recordó que ningún terrorista ha cruzado por suelo mexicano.
“Construir el muro afectará la economía de ambos países, pero además llevaría a una crisis humanitaria sin precedentes. No solo por los mexicanos, muchos de los cuales ya han regresado, sino por los miles de personas que atraviesan México para llegar al norte”.
Recordó que es responsabilidad del gobierno de México tomar acciones para proteger los derechos humanos de los migrantes, de sus familias, de los dreamers y para ello se trabaja con las 26 casas del migrante y los 50 consulados que hay en territorio norteamericano.
El presidente de Conago ofreció una conferencia de prensa a los corresponsales de Washington D.C.