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En la Escuela Secundaria Técnica 17, ubicada en la comunidad San Nicolás de los Agustinos, se ha sabido de cinco casos de bullying, entre éstos el de “Sara Daniela” a quien sus compañeras le pusieron insecticida en un lácteo que era parte de su desayuno, y el de otra alumna que fue exhibida en las redes sociales con las frases “Se Busca” “¡Viva o Muerta!”.
La Técnica 17 del nivel medio superior tiene 447 alumnos matriculados en 17 grupos: 5 de primer grado, 6 de segundo y 6 de tercer grado. Los estudiantes provienen de San Nicolás de los Agustinos y de comunidades rurales aledañas.
El director del plantel, Ismael Flores Rodríguez, señaló que en el presente ciclo escolar ha tenido conocimiento de tres casos de bullying, por los que se aplicó el protocolo de la Ley de la Convivencia y entre esos -admitió- no está el caso de Sara Daniela.
Esos asuntos están relacionados con sobrenombres a los alumnos, situaciones que se lograron atender mediante diálogos con los estudiantes involucrados, los padres y las áreas de Psicología y Salud. Precisó que los conflictos se resolvieron mediante la conciliación y perdón entre los padres.
A partir de la agresión a Sara, de 12 años, hospitalizada el pasado 1 de febrero por sufrir envenenamiento durante la clase de Agricultura, madres de familia han denunciado violencia escolar en el plantel educativo, de la que varios niños han sido afectados.
En el mercado público, frente al puesto de pollos en el que trabaja la mamá de Sara, se quejaron de las maldades que han realizado estudiantes, y que en algunos casos los maestros han tomado como una broma, sin poner remedio.
María Martínez mencionó que en la Técnica 17 ha habido mucha violencia y bullying.
Dijo que el año pasado, a su hija que cursaba el tercer año de secundaria sus compañeros de aula le tomaron una foto de su celular y la colocaron en Facebook. “Le pusieron 'Se Busca' en la parte superior; en los costados: 'Viva o Muerta' y abajo: 'Un millón de pesos de recompensa en efectivo'”. Además la identificaban como “Refugina”, en alusión a su abuelo, conocido en la comunidad como “Refugín”.
Los maestros dijeron que fue una travesura y no sancionaron a nadie, se quejó.
Este año, otro de sus hijos entrará a la misma escuela, y pide que se ponga orden. Dijo que el bullying a la fecha ha dejado secuelas emocionales en su hija mayor.
“Sarita” pudo haber muerto, las autoridades de Educación deben hacer algo ejemplar, porque lo que le hicieron a la niña no fue una broma, enfatizó doña María.
Al puesto de pollos del mercado en el que trabaja Verónica Sánchez, madre de Sara Daniela, se han aproximado vecinas, madres de familia y clientas a solidarizarse con la familia, reclaman orden y seguridad para los alumnos, y que se sancione a los responsable de la violencia escolar.
