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Deseosos de regresar a clases, unos 250 alumnos de preescolar, primaria y secundaria del Colegio Americano del Noreste volvieron a la institución educativa. Después de la jornada escolar, regresaron contentos a su casa porque hubo algunas cosas que, a su parecer, cambiaron para bien tras la tragedia del miércoles 18 de enero.
Niños felices que corrían a abrazar a sus maestras, que los esperaban en cuclillas, y madres aparentemente tranquilas después de las pláticas que tuvieron con directivos del plantel y representantes de dependencias, marcaron la normalización de actividades escolares en el plantel de Monterrey.
Entre los cambios que implementaron los directivos del instituto privado con más de 30 años de existencia está la colocación de un arco detector de metales, camuflado a la entrada del plantel, cuya instalación hubiese sido impensable antes de que ocurriera el ataque de un alumno contra su maestra y otros compañeros de grupo.
El tiempo no tiene regreso y ahora lo que la comunidad del colegio busca es ver hacia adelante, pero el incidente no impide reflexionar que de haber existido este dispositivo, hubiera alertado al personal del plantel para impedir la introducción de la pistola calibre .22 que un joven usó para disparar contra su maestra y tres compañeros: el ataque que cimbró al país entero.
Otro cambio que agradó fue la rotación de los maestros para recibir a los alumnos a la entrada del plantel, a fin de reforzar la convivencia y la unidad en el colegio, pues consideran que al estar más cohesionados, podrán detectar a tiempo señales de alerta.
Para evitar incomodidades y tardanzas por las revisiones de la denominada Mochila Segura, otra medida implementada será que los alumnos sencillamente ya no llevarán mochilas: sus libros los dejarán en la escuela, y las tareas las realizarán en computadora, la será revisada en un dispositivo USB.
Los padres esperan que estos cambios sean para bien, lo cual se verá al paso de los días por si es necesario revertir las medidas o hacer ajustes; mientras tanto, familiares oran por la salud de la maestra y los dos alumnos baleados que continúan graves, pero con algunos signos de mejoría.