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Rodrigo Medina de la Cruz, ex gobernador de Nuevo León, compareció ante un Juez de Control en una segunda audiencia de imputación solicitada por la Subprocuraduría Especializada en Combate a la Corrupción del estado, a fin de buscar que sea vinculado a proceso por los delitos de peculado y daño patrimonial al estado.
Sin embargo, hasta el cierre de esta edición el ex funcionario todavía se encontraba a la espera de que la audiencia se reanudara, a las 11 de la noche.
El proceso inició a las nueve de la mañana y tuvo tres recesos; el último a las cuatro de la tarde, con una duración de cuatro horas. Debió reanudarse a las ocho de la noche, pero después fue notificado de que se reanudaría su audiencia hasta las 11 de la noche.
El ex gobernador y sus abogados pidieron que fuera el mismo miércoles cuando se resolviera si se le dictaba o no el auto de vinculación a proceso por dichos delitos.
Al llegar al Palacio de Justicia, el ex gobernador de extracción priísta fue encarado por un ciudadano llamado Rex Díaz Silva, simpatizante del actual mandatario, Jaime Rodríguez Calderón. El hombre le reclamó “que regrese todo lo que se robó” y argumentó que por esa falta de recursos las calles de la entidad “están todas destruidas”.
En septiembre pasado, la Fiscalía Anticorrupción fracasó en su intento de vincular a proceso a Medina de la Cruz por los mencionados delitos —al considerar el juez insuficientes los elementos presentados por el Ministerio Público—, y sólo consiguió que se le iniciara proceso penal por ejercicio indebido de funciones.
Los señalamientos. Al ex mandatario y otros ex funcionarios de la pasada administración (2009-2015) se les acusa por otorgar indebidamente estímulos y apoyos económicos por un monto de 3 mil 680 millones de pesos para beneficiar a la armadora automotriz coreana Kia Motors.
El martes, el priísta también acudió la subprocuraduría para ser informado de que se integra una nueva carpeta de investigación en su contra, por un presunto enriquecimiento inexplicable que detectó esa depedencia con base a un análisis de sus declaraciones patrimoniales presentadas ante la Contraloría estatal.
El martes pasado, el ex gobernador Medina de la Cruz declaró ante los medios de comunicación: “Aquí estoy, como siempre, dando la cara, acudiendo a cualquier llamado que hagan las autoridades”.
