Cancún.— A 15 días de los atentados en la discoteca Blue Parrot, de Playa del Carmen, y en la fiscalía local presuntamente por células criminales que buscan apoderarse de la plaza, las autoridades locales aseguran que todo está bajo control, y con el patrullaje de más de 300 policías federales, marinos y elementos de la Gendarmería, dicen, los visitantes están más seguros.
El alcalde Remberto Remby Estrada afirma que con las fuerzas federales es suficiente para detener y desmantelar al Cártel de Cancún y a su líder visible: Doña Lety; para lograrlo —explica— se ordenó una revisión y limpia al interior de las corporaciones policiacas locales, que aparentemente están corrompidas.
Durante los primeros meses de su administración, han dado de baja a 10 elementos de los 2 mil con los que cuenta el puerto, además, ha solicitado recursos y equipo necesario para poder hacer frente a la delincuencia. Dice que gracias a la intervención de los policías locales, han logrado disminuir los delitos del fuero común, como el robo a transeúntes y a los hogares.
Sin embargo, sabe que no se cuenta con los recursos de inteligencia, ni el equipo para que los agentes locales se encarguen de delitos que atañen al fuero federal, “ellos son los que hacen el trabajo de inteligencia, nosotros colaboramos en todo lo que nos piden y
coadyuvamos con ellos.
“No descarto que pronto se detengan a los responsables, pronto la ciudadanía tendrá noticias de quiénes provocaron los hechos.
A la ciudadanía y a los visitantes les decimos que Cancún es seguro y que no tienen qué temer. Todo volvió a la normalidad, hay muchas cosas de las que no tenemos conocimiento, pero estoy convencido de que se están realizando las investigaciones necesarias y en los próximos días habrán resultados contundentes”, comenta en entrevista con EL UNIVERSAL.
Pide a la ciudadanía y a los medios no difundir información falsa que circula en redes sociales y que han provocado miedo, como sucedió la semana pasada cuando cinco primarias suspendieron clases, después de que apareció una manta intimidatoria.
Sobre la presencia de policías armados en plazas comerciales, la zona hotelera y playas, el alcalde del PVEM indica que no molestan a los turistas; por el contrario, buscan regresar la paz: “Tenemos plena confianza en ellos”.