El ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina de la Cruz, abandonó el penal de Topo Chico apenas 19 horas después de haber ingresado, acusado por los delitos de peculado y daño al patrimonio estatal.
A su salida, el ex mandatario afirmó ante los medios de comunicación que fue injustamente encarcelado y advirtió que su fotografía (con el típico traje que utilizan los presos del reclusorio) se difundió indebidamente, por lo cual analiza presentar una denuncia contra quien resulte responsable.
“Yo no he cometido ningún delito, yo no he sido juzgado y declarado culpable, y al contrario, fui recluido de manera injusta en ese penal y ahora estamos saliendo libres por la puerta grande”, dijo Medina.
El ex gobernador afirmó que seguirá acudiendo a los citatorios cuantas veces sea requerido por los jueces.
Respecto al citatorio que fue girado a su esposa, Greta Salinas, para que acuda este viernes a la Subprocuraduría Especializada en Combate a la Corrupción y el de su padre, Humberto Medina, para que se presente el próximo lunes, dijo que lo analizará con sus abogados.
Hacia los primeros minutos de la madrugada de este jueves, el ex gobernador ingresó al penal por orden del Juez de Control, Miguel Ángel Eufracio, quien consideró como un riesgo mantenerle en libertad y que pudiera sustraerse de la acción de la justicia.
Con anterioridad el juez Quinto de Distrito en Materia Penal de Nuevo León había otorgado al ex mandatario una suspensión provisional contra su detención, la cual incumplió el juez de control.
Medina de la Cruz radica en la Ciudad de México desde el día posterior a la terminación de su gubernatura, lo cual fue visto por el juez como motivo para dictarle prisión preventiva.