Más Información
Más de 500 personas salieron a protestar hoy en Cancún, en contra del aumento al precio de la gasolina y también para pronunciarse por la paz de esta ciudad y no sólo por la imagen de su zona turística.
Uno de los contingentes fue convocado por un grupo ciudadano, para realizar una caminata familiar por las calles del centro de la ciudad, a favor de la paz, a fin de recobrar para la gente, los espacios públicos y no permitir que sean secuestrados por la delincuencia.
“Esto se nos ocurrió a raíz de los hechos violentos que sucedieron en Playa del Carmen y en la Fiscalía de Cancún; la gente está aterrorizada, tiene miedo, no quieren salir de sus casas, se envían mensajes y comentarios de ‘no salgan’, ‘tengan cuidado’ y no podemos vivir rehenes del miedo.
“A mí se me hizo buena idea aprovechar para impulsar con todos los ciudadanos que estén de acuerdo, en que las calles son nuestras y caminar por las principales calles de Cancún, enviando un mensaje de que estamos bien, somos fuertes, estamos unidos; ni los cárteles, ni la policía, ni los narcos se van a adueñar de nuestras calles”, subrayó Fabricio Rechy.
El conductor de radio, quien años atrás encabezó un movimiento civil que impidió la venta total de Playa Delfines para el desarrollo de un proyecto turístico, explicó que decidieron sumarse a la protesta en contra del alza al precio de los combustibles, convocado en el Monumento de las Estrellas y los Caracoles, conocido popularmente como “Glorieta del Ceviche”.
Ahí, organizaciones civiles, activistas, estudiantes e integrantes del Sindicato de Taxistas “Andrés Quintana Roo”, de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC) y ciudadanía en general, condenaron el “gasolinazo” y las políticas económicas de Enrique Peña Nieto, presidente de la República Mexicana.
Al grito de “fuera Peña, fuera Peña”, la gente coreó también el Himno Nacional y acordó la instalación de mesas de trabajo el domingo próximo para enlistar las diversas peticiones y tareas de cada organización.
Las y los asistentes exigieron al gobierno de Quintana Roo, representado por Carlos Joaquín González y el municipal, por Remberto Estrada, solucionar el problema de fondo y atender la problemática social que vive Cancún, más allá de atender sólo la imagen turística.
El bloque estuvo apoyado por ciudadanos de Puerto Morelos, el municipio más joven del estado, que comienza a presentar síntomas de violencia e inseguridad, como el cobro por derecho de piso, narcomenudeo y ejecuciones, a decir de Juan Carlos González Uribe, integrante del movimiento “Latitud 21”.
En torno al “gasolinazo”, González Uribe añadió que se ha demostrado al gobierno que la gente es capaz de manifestarse de manera pacífica, pero que si no existe respuesta, al disminuir el aumento a los combustibles, se pasará a una siguiente fase, planteada por ciudadanos que proponen tomar los congresos de los estados el 5 de febrero.
Durante la acción pacífica, el ex regidor y ex candidato a la presidencia municipal, Antonio Cervera, fue abucheado por la gente, que le exigió retirarse al ser aquello un acto ciudadano y no público.
“¡Soy ciudadano, soy ciudadano y tengo derecho de estar aquí! Aquí voy a estar, ¿cuál es el problema? No me agredan”, gritaba el también empresario, para justificar su presencia y exigir respeto a quienes insistían que se marchara del lugar. “No soy provocador, no me ofendan”, respondían a quienes lo increpaban.
Severo Arellano, de la organización ciudadana “Por un Mejor Quintana Roo”, declaró que el interés de ambas protestas –contra el gasolinazo y en pro de la paz- no era político.
“No nos interesa ningún partido político, estamos hartos de ellos. A lo único que vienen es a su protagonismo, a desestabilizar. Estamos aquí como ciudadanos, la marcha es contra el gasolinazo y la corrupción del gobierno del estado, en todo el país.
“¡Cómo nos han desfalcado! Ahí está Borge, todo lo que se sabe de él y no ha pasado nada. Estamos reclamándole al gobernador, Carlos Joaquín, porque no está haciendo nada para aplicar la ley contra él (Borge)”, reprochó, al señalar que el 70 por ciento de los ingresos del estado y municipios se van a gasto corriente.
