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Javier Fernández, padre de la joven Daphne, quien fue atacada sexualmente hace dos años por jóvenes en el puerto de Veracruz cuando aún era menor de edad, se congratuló por la extradición de España y llegada a México de Diego Cruz, uno de los implicados acusado del delito de pederastia.
“No hay plazo que no se cumpla, estuvo siete meses y ya era tiempo que lo trajeran y ahora falta que le dicten el auto de formal prisión”, expresó en entrevista.
El padre de familia, quien encabezó una lucha para buscar castigo a los cuatro muchachos señalados por su hija de haberla agredido, dijo que ahora espera que juzguen al joven conforme a la ley, pues es lo único que ha pedido desde el inicio.
Con la extradición de Diego Cruz, suman dos los implicados en el caso que enfrentan la justicia en Veracruz, pues el año pasado había sido detenido Enrique Capitanie.
Al respecto, Javier Fernández reconoció que su familia enfrenta sentimientos variados y de ambivalencia: “las emociones se disparan en muchas formas y direcciones, pero es un avance en este tortuoso camino”.
El juez que lleva la causa de acuerdo con el antiguo sistema de justicia penal encontró elementos de presunta culpabilidad contra tres de los señalados: Enrique Capitaine, Diego Cruz y Jorge Cotaita Cabrales; mientras que a un cuarto joven, de nombre Gerardo Rodríguez, no se le encontraron elementos.
En ese sentido, el padre de familia aseguró que seguirá luchando para que sea detenido el prófugo de la justicia Jorge Cotaita, pero también para que se gire una orden de aprehensión contra el cuarto señalado.
“Faltan dos, uno con orden de aprehensión y el otro espero que la orden de aprehensión se la otorguen a la brevedad (…) Gerardo Rodríguez también tiene culpa por omisión, menos que los otros, pero se prestó a la sarta de mentiras y marañas e infamias y tiene que pagar lo que marca la ley”, afirmó.
El padre reconoció que cada que surge una nueva noticia del caso, se reabren las heridas en su familia: “podría entrar en categoría de revictimización, pero para mi hija son cosas muy delicadas”, subrayó.
Fue en 2015 cuando la víctima fue atacada por los muchachos señalados en una lujosa mansión del fraccionamiento Costa de Oro, pero el caso fue hecho público casi un año después, cuando el padre de la muchacha decidió denunciar la dilación en la justicia.
El caso se hizo viral y las redes sociales bautizaron a los implicados como “Los Porkys de Costa de Oro", en alusión a un primer caso ocurrido 10 años antes con hijos de funcionarios estatales y de empresarios que dieron muerte a golpes a un joven en la ciudad de Xalapa, capital de Veracruz.
afcl