Ciudad de México.— El ataque ocurrido la madrugada del domingo en el bar-discoteca Blue Parrot de Playa del Carmen, donde cinco personas murieron (dos mexicanos y tres extranjeros) no es un hecho aislado, de acuerdo con el historial delictivo que envuelve a la entidad, principalmente por la lucha entre cárteles que buscan dominar la venta de drogas.

Se tiene registro de ocho ataques a bares y discotecas desde 2010. En septiembre de ese año un grupo delictivo incendió el bar Castillo del Mar en Cancún; ocho personas fallecieron.

En marzo de 2013, hombres armados entraron al bar La Sirenita para asesinar al subsecretario de Conflictos del Sindicato de Taxistas, Francisco Achach; siete murieron. En octubre de 2016 fueron atacados al mismo tiempo dos bares de Cancún.

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