Villahermosa
Filippo es un abogado italiano y Marcos, un funcionario del cuerpo de bomberos de España; sus vidas se cruzaron en Tabasco donde viven el mismo calvario: no poder sacar del país a sus hijos Ema, Sophia y Martín, quienes nacieron a través de la subrogación de vientres, y no cuentan con la autorización del gobierno estatal para su registro.
Ambos tenían el deseo de ser padres y por esta razón vinieron en 2015 a tierras tabasqueñas, el único estado mexicano donde se permitía hasta antes del 13 de enero de 2016 que extranjeros y homosexuales pudieran contratar una madre gestante para poder tener un hijo.
A pesar de que hicieron los trámites y firmaron los contratos antes que el Congreso local reformara el Código Civil, ahora acusan que funcionarios locales del Registro Civil quieren aplicar esta nueva disposición legal de manera retroactiva y se les está negando la emisión del acta de nacimiento; no descartan que esta oposición sea un acto de homofobia y discriminación porque los dos son gays.
“Siempre he tenido este deseo de ser padre, es un deseo casi animal, persecución de la especie humana, de verdad, es que no todas las personas tienen este deseo, pero es normal, hay personas que tienen este deseo y hay quien no”, relata Filippo, abogado de 42 años, quien vive en Milán y trabaja para la embajada de su país.
Es padre de Ema y Sophia, unas gemelitas que nacieron a principios de diciembre del año pasado, luego de un largo proceso de gestación que inició en junio de 2015 con la firma del contrato con la madre sustituta, con quien dice estar agradecido porque por ella logró cumplir su sueño. Es gay y tiene su pareja, un reconocido diseñador de modas, quien no ha podido acompañarlo en estos trámites porque en enero es la semana de la moda en su país. Espera que en los próximos días llegue a México.
“La subrogación es un acto de amor, tiene que ser muy, muy especificado, sobre todo con la gestante, quien es una persona a la que quiero con toda mi vida porque cuando la encontré estuve con ella por dos días, en junio de 2015, cuando se firmó el contrato de gestación sustituida; ella tiene dos niños, uno de 13 y otro de 18 años”, refiere el italiano.
Continúa en entrevista para El UNIVERSAL: “Le pregunté a ella: ‘¿Por qué lo haces?’, me respondió, y me acuerdo siempre, dijo: ‘Soy muy católica. Doy todos los días gracias al Señor por este don de ser madre, no entiendo por qué no puedo donar este don a las personas hombres y mujeres que no pueden hacer, porque naturalmente no pueden hacerlo; la subrogación es un acto de amor’”.
Filippo, sentando junto al abogado León Altamirano, quien lo apoya en la batalla legal, se dice molesto porque hay personas que se niegan a hacer valer la ley, a no respetarla.
“Gemelas son reconocidas como italianas”
Este jurista italiano sabe de leyes internacionales porque ha litigado en varios países, ahora dice no entender por qué algunas personas en México no respetan las instituciones; sin embargo, aclara que no son todos los mexicanos, porque también ha encontrado personas maravillosas que le han tendido la mano, pero lamenta que en Tabasco le estén negando el acta de nacimiento de sus gemelas, quienes, dice, son reconocidas por su embajada como italianas.
La necesidad lo llevó a aprender español, incluso se sabe toda la historia del Código Civil del Estado de Tabasco, que desde 1997 permite la subrogación de vientres. Califica esta legislación como una norma de avanzada, incluida la nueva reforma aprobada en diciembre de 2015, publicada en el Periódico Oficial el 13 de enero de 2016, año en que oficialmente entró en vigor.
“Lo que yo no puedo entender como abogado y ciudadano del mundo es que una ley puede ser considerada retroactiva, porque en ninguna parte del mundo una ley, cualquiera que sea, puede ser retroactiva, es un principio de legalidad universal, si no somos una dictadura, porque sólo en las dictaduras ponen una nueva ley como retroactiva. La legislación regula actos y pactos nuevos”, refiere.
Asegura que la directora del Registro Civil no sabe nada de leyes. “Esta maestra de Derecho no sabe nada. Nada”, insiste.
Filippo vivió varios días en un hotel junto a sus gemelas. Conoció a Marcos, el español quien enfrenta el mismo calvario. Ambos decidieron rentar el departamento donde ahora se hospedan, incluso los padres de Marcos llegaron a México para acompañarlo y no sólo cuidan a Martín, su nieto, también son los abuelos “sustitutos” de Ema y Sophia.
En Italia a Ema, cuyo nombre significa “mujer”, y a Sophia que quiere decir “sabiduría”, las esperan sus abuelos, los padres de Filippo, una casa y un hogar. “Una de las cosas más tristes es que mi papá y mi mamá se están perdiendo de los primeros meses de vida de sus nietas y mi novio también”, dice.
El deseo de ser padre
Marcos es otro extranjero que tampoco puede sacar del país a su hijo Martín debido a la negativa del gobierno de Tabasco a entregarle el acta de nacimiento, documento que le impide retornar a su vida y trabajo en el cuerpo de bomberos de Málaga, España.
“Soy bombero, soy funcionario e igual que Filippo llevo muchos años queriendo ser padre. Lo tuve que ir retrasando, me hubiera gustado serlo antes, pero por cuestiones económicas lo retrasé, porque compré una casa y un coche. La vida allá es muy cara”, dice.
Marcos y Filippo se conocieron en México durante el proceso para ser padres y las dificultades para registrar a sus hijos, y así fue como decidieron unir fuerzas.
“Ahorita estamos juntos; fíjate cómo es la cosa, que ahora nos hemos juntado para compartir gastos, tenemos un apartamento con cocina, es un hotel pero apartamento, cocinamos nosotros, lavamos la ropa, hacemos las tareas, porque es una forma de hacer menos gasto, y gracias a Dios siempre compartimos a la familia”, dice Marcos.
El joven tuvo que juntar sus vacaciones del año pasado y de éste para poder seguir peleando por la salida de su hijo y no perder su trabajo y sigue sin entender porqué les quieren aplicar de manera retroactiva las nuevas disposiciones. Él firmó el contrato con la madre gestante el 18 de diciembre de 2015, aunque el Código Civil había sido reformado, no había entrado en vigencia porque se publicó el 13 de enero de 2016.
“No tiene sentido porque firmaste anteriormente a esa fecha; entonces yo venía con muchísima ilusión por ser padre, por tener a mi hijo, estaba encantado con México, el cine, la música. Pero le estoy cogiendo, no odio porque estaba yo feliz cuando nació mi hijo el 2 de diciembre, pero en este mes y pico que llevamos todo cambió.
“Esto es mucho gasto emocional. Traficar con niños, ¿cómo vamos a traficar con niños? Yo quiero a mi hijo. Es como cualquier hijo de cualquier persona, 50% es mío, el otro del otro donante. Mi hijo es mi hijo ¿Cómo voy a traficar con mi hijo?”, recrimina Marcos, quien también se muestra agradecido con la madre gestante.
Para Marcos la negativa del gobierno de Tabasco, de no entregarles el acta de nacimiento de sus hijos, tiene que ver con un tema de homofobia y discriminación: “Se quiere vender que es un negocio de niños, no sé si es que vamos a violar a nuestros hijos o a traficar con órganos o a explotarlos, porque mi hijo es tan tan querido como el de cualquier heterosexual; yo creo que, como se dice en España, es que tiene un trasfondo y no sé si es político o homófobo”.
Filippo y Marcos no son los únicos extranjeros que atraviesan esta situación. De acuerdo con el coordinador de Asuntos Jurídicos del gobierno del estado, Juan José Peralta, son 11 niños nacidos bajo el esquema de vientres subrogados que no pueden salir de México; incluso unos gemelos de origen griego fueron retenidos y entregados al DIF Estatal.