Unas mil 500 personas del más amplio espectro ideológico, participaron este domingo en una marcha contra el “gasolinazo”, sin que se presentaran incidentes de violencia, y bajo vigilancia de un vasto operativo de seguridad, que superó al desplegado hace diez días, cuando grupos de infiltrados, dañaron durante una hora el Palacio de Gobierno, sin que intervinieran las fuerzas policiacas, según se dijo, para evitar una tragedia.
En la manifestación participaron contingentes del Partido Comunista de México; Partido del Trabajo; Tribuna de Vigilancia Ciudadana, afín al gobierno independiente de Nuevo León; Unete Pueblo, que agrupa a usuarios del transporte urbano; maestros de la CNTE Clasista; activistas del colectivo Nosotros; y militantes del llamado Bloque Negro, conformado por anarquistas que acostumbran cubrirse el rostro -según explicaron-, como estrategia para evitar la represión del aparato del Estado.
Antes de iniciar el recorrido, que partió alrededor de las 15 horas de la plaza La Purísima, hubo ciudadanos que decidieron retirarse, por no estar de acuerdo de que los jóvenes del Bloque Negro y del Movimiento Antifascista, marcharan con el rostro cubierto, ante el temor de que fueran parte de los “reventadores” embozados, que el cinco de enero provocaron disturbios en la Gran Plaza, lo que dio pie a posteriores saqueos de tiendas, presuntamente orquestados por medio de redes sociales.
Ahí la ex dirigente de El Barzón, Liliana Flores Benavides, señaló que a través de dicha dependencia el gobierno de Enrique Peña Nieto, “ha saqueado a todo el país", y ha dilapidado la riqueza nacional.
Los manifestantes continuaron por Padre Mier hasta llegar a la avenida Juárez, y de ahí doblaron hacia el Norte para tomar Juan Ignacio Ramón rumbo al Oriente, a fin de llegar finalmente a la Explanada de los Héroes de la Gran Plaza, donde se realizó un mitin con discursos de representantes de las organizaciones que organizaron la protesta, y ciudadanos que quisieron hacer uso de la palabra.
En todo momento el acto fue pacífico, pero en previsión de cualquier sorpresa de actos violentos como los que ocurrieron el cinco de enero, en el patio central de Palacio de Gobierno, fueron observados al menos unos 60 efectivos de Fuerza Civil que se mantuvieron concentrados desde la noche del sábado, mientras el secretario de Seguridad Pública, general Cuauhtémoc Antúnez, se mantuvo a la expectativa a unos 70 metros de distancia.
“Auxilio, socorro, nos roban el petróleo”, “urgente, que renuncie el presidente”, y “fuera Peña”, fueron las consignas más coreadas por los manifestantes, que expresaron su rechazo a los aumentos en los combustibles, al tiempo que algunos de los oradores rechazaron también la actuación del gobernador Jaime Rodríguez, como uno que expresó: “A la basura El Bronco sus provocadores, aquí no hay provocadores, están en el Palacio de Gobierno”.
Aseguraron que no bajarán los brazos, y seguirán protestando hasta que el gobierno federal revierta el gasolinazo y la reforma energética. Citaron para el próximo 21 de enero, cuando se realizará una jornada nacional de lucha contra el gasolinazo; pero antes se movilizarán el 18 de enero para vigilar que el Congreso del Estado, revoque el paquete fiscal que promovió Jaime Rodríguez y aprobaron los diputados en diciembre.
Maestro denuncia detención arbitraria
El maestro Faustino Celestino Martínez, integrante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Nuevo León, denunció haber sido golpeado y detenido arbitrariamente por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de este municipio, cuando repartía volantes contra el “gasolinazo”, en la zona peatonal Morelos en el centro de esta ciudad.
Celestino Martínez fue liberado poco después, pero fue amenazado por los preventivos que al parecer traían a su cargo la patrulla 8166, para que no denunciara el incidente, ante lo cual el quejoso señaló que ellos serían los responsables de cualquier acto violento que sufran él o su familia.
Afirmó que por el simple hecho de repartir un volante donde se expone una total oposición al “gasolinazo” fue detenido por policías de Monterrey, que lo subieron a una patrulla y al tiempo que le preguntaban su nombre al hablar lo golpeaban, y le advertían que sufriría un arresto de por lo menos 36 horas.
Gracias a la presión de otros manifestantes que lo acompañaban, la tarde de este domingo, Celestino Martínez fue liberado por los patrulleros minutos después.