Durante el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, un total de cinco mil 785 personas fueron reportadas como desaparecidas, de las cuales dos mil 340 siguen sin regresar a sus hogares y con sus seres queridos.

La guerra entre bandas del crimen organizado y diversos delitos federales y locales han dejado a cientos de familias con la pérdida de un familiar.

De acuerdo con un informe oficial de la Fiscalía Especializada en Atención de Denuncias por Personas Desaparecidas, del 2011 al cierre del 2016 hubo un total de cinco mil 785 denuncias penales por desapariciones.

De ese número, durante seis años, lograron ser ubicadas tres mil 445 personas, muchas de las cuales habían huido de casa por problemas familiares o maritales, otras salieron a trabajar a estados del norte del país sin dar aviso, pero otros aparecieron muertos.

Las estadísticas oficiales de la Fiscalía General del Estado revelan que tres mil 85 ciudadanos que habían sido reportados como desaparecidos aparecieron con vida, pero 360 más fueron entregados en ataúdes a sus familiares.

Sin embargo, dos mil 340 personas siguen sin ser localizadas y sus familiares mantienen su búsqueda y la esperanza de hallarlos con vida, según organizaciones y colectivos de familiares.

El documento oficial, obtenido por vía de la transparencia, da cuenta que el mayor número de denuncias por desapariciones fueron presentadas en la zona de Xalapa, capital del estado de Veracruz, con un total de 922.

El municipio de Veracruz, el principal puerto de México, ocupa la segunda posición con 903 querellas; y de ahí el municipio de Coatzacoalcos, la zona petrolera más importante del sur de Veracruz, con un total 401 reportes de desapariciones.

Le sigue la región montañosa central de Córdoba, donde hay una pelea entre grupos del crimen organizado con 325 denuncias por desapariciones de ciudadanos.

La también zona petrolera de Poza Rica, ubicada en el norte de Veracruz, registró 288 denuncias por desapariciones; en tanto, el municipio de Cosoleacaque, región petrolera y petroquímica del sur de la entidad, tuvo 164 querellas.

El puerto de Tuxpan llegó a los 150 expedientes y de ahí dos importantes zonas agropecuarias, como Cosamaloapan con 139 y Papantla con 120.

Las organizaciones criminales relacionadas con el narcotráfico se han disputado, desde el 2011 a la fecha, el control de diversas regiones del estado de Veracruz para el trasiego de drogas, pero también para el cobro de derecho de piso a comerciantes, restauranteros, empresarios e industriales, y para fortalecer la industria del secuestro.

Del 2004 al 2010, según documentos de inteligencia de dependencias de seguridad, áreas castrenses, navales y de seguridad nacional, Los Zetas mantenían el control absoluto en las siete regiones más importantes de la entidad.

Pero fue a mediados de 2011 cuando incursionó en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río (la zona turística por excelencia) el grupo delictivo identificado como Cártel Jalisco Nueva Generación “con la pretensión de desplazar al grupo de Los Zetas del control de la Plaza”.

A partir de entonces, el mapa delincuencial se modificó radicalmente y el Cártel del Golfo y el Cártel Jalisco Nueva Generación arrebataron la presencia de dos regiones veracruzanas y mantienen seriamente diezmada la fuerza de Los Zetas en cuatro zonas más.

spb

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses