Fueron excarcelados 12 reos del Centro de Ejecución de Sanciones (CEDES) de Ciudad Victoria, Tamaulipas, y trasladados a un reclusorio federal, mediante un operativo especial en el que participaron agentes de la Policía Federal y Estatal, con apoyo del Ejército Mexicano.

El Grupo de Coordinación Tamaulipas informó que las acciones se realizaron por la madrugada de ayer. Paralelo a la información oficial, a través de las redes sociales se difundieron videos, que presuntamente se grabaron en dicho operativo, y en los cuales se escuchan disparos de armas de fuego.

Según el reporte de ese grupo, los reos excarcelados controlaban el reclusorio; entre ellos se encuentran tres mujeres.

Sobre las acciones que se realizaron, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, aseguró a los medios de comunicación que estas acciones se deben a que, “vamos a poner orden en Tamaulipas”.

Agregó que “fue un procedimiento, se movieron unos reos. Esto nos está permitiendo poner orden”.

El mandatario advirtió: “Vamos a restablecer el Estado de derecho. Y los penales de nuestro estado no van a ser la excepción. Voy a actuar siempre cuidando las formas, pero sobre todo respetando los derechos humanos, pero siempre actuando con firmeza”.

Explicó que “porque se ha detectado y es de todos conocido, que a través de los penales se han hecho un sinnúmero de delitos a través de llamadas telefónicas y de operaciones que se hacían constantemente a través de los penales” e insistió: “Vamos a restablecer el Estado de derecho. Es algo en lo que creo firmemente y lo vamos a llevar a cabo aquí en Tamaulipas”.

El operativo es el primero en su tipo durante la administración de Francisco García Cabeza de Vaca en el penal de Ciudad Victoria, como parte de las
acciones encaminadas a poner orden detrás de las rejas.

El penal de Ciudad Victoria cuenta con mil 300 internos, lo que representa una sobre población carcelaria de 300 reos.

Cárceles violentas. El recuento de episodios sangrientos en las cárceles del estado en las recientes administraciones incluyó fugas masivas y asesinatos múltiples entre reos. En octubre de 2008, en el penal de Reynosa, se registró una batalla que dejó 21 internos muertos y otros 12 heridos; los cuerpos de los presos fueron encontrados calcinados. El 7 de agosto del 2010, murieron 14 internos en el penal de Matamoros producto de un enfrentamiento. Mientras que en julio de 2011 hubo siete muertos en el penal número dos de Nuevo Laredo y 59 se fugaron.

Además, en diciembre de 2010, en la cárcel de Nuevo Laredo, las autoridades reportaron la fuga de 151 reos, que originó que se iniciara un proceso de investigación contra 70 personas trabajaban en ese lugar.

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