La Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco (UEPCBJ) informó que personal de la jefatura de investigación científica realizó un sobrevuelo de observación al Volcán de Colima, para monitorear y analizar la evolución del reciente domo que ocupa el cráter.
Indicó que durante el sobrevuelo detectaron que el domo se encuentra destruido y cubierto por una capa de material formado por ceniza y bloques, producto de su fragmentación, el cual cubrió una superficie de 4.9 hectáreas y alcanzó una altura promedio de 30 metros a mediados del mes de noviembre.
Agregó que se pudo constatar que la salida de lava que alimentaba el derrame sur ha cesado; el mismo cubre una superficie de 92.13 hectáreas y una altura de 35 metros en promedio.
Señaló que se confirmó una importante actividad de exhalaciones en el sector central y noreste, de donde se han emitido las constantes exhalaciones de los últimos días.
Apuntó que durante el vuelo se presentó una fumarola de baja altura y dos importantes que alcanzaron alturas de mil 500 metros, con abundante ceniza direccionada por los vientos locales hacia el Oeste.
La Unidad resaltó que las continuas exhalaciones generan caída de ceniza en Ciudad Guzmán, Zapotiltic, Huescalapa, Zapotitlán de Vadillo y localidades de la zona, por lo que se recomienda a la población protegerse con cubre bocas o pañuelo, así como cubrir los depósitos y cuerpos de agua para evitar su contaminación.
Destacó que se prevé que esta actividad de exhalaciones continúe, ya que es ocasionada por un magma rico en gases y un conducto “abierto”, que permite que el material gaseoso y ceniza salga sin resistencia, con alturas que se han registrado entre 500 y tres mil metros por encima del cráter.
Precisó que las exhalaciones y la actividad efusiva representan un peligro para la población y actividades que se realizan en la zona alta del volcán, por lo en Jalisco se mantiene el perímetro de exclusión a una distancia de 7.5 kilómetros del cráter como lo marca el mapa de peligros volcánicos.
spb