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Guadalajara.— La detención de 10 sujetos de una célula del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que asesinaron a seis personas, quienes presuntamente formaban parte de otra célula del mismo grupo, es una muestra de que varias agrupaciones de dicha organización pelean por el control del Área Metropolitana de Guadalajara, consideró el fiscal del estado, Eduardo Almaguer Ramírez.
Tras confirmar que entre los detenidos se encuentra un agente activo de la fiscalía y un ex agente que fue dado de baja en 2010, el fiscal señaló que al amenos son seis grupos de este cártel los que operan en los municipios de Guadalajara, Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, El Salto e Ixtlahuacán de los Membrillos.
La fiscalía informó que uno de los detenidos es Johnny “N”, Big Mama, presunto jefe de actividades delictivas del CJNG en Coatzacoalcos, Veracruz, vinculado con operaciones de trasiego y venta de droga, extorsiones, secuestros y homicidios en aquella entidad, Quintana Roo y Jalisco, por lo que era uno de los objetivos prioritarios de las fuerzas de seguridad del gobierno federal.
“La razón de su presencia en nuestra entidad tenía como objetivo reforzar a una de las células del grupo delictivo que opera en la entidad, particularmente, en la pelea por comandar estas operaciones”, indicó Almaguer.
Tras las declaraciones de los detenidos, que ya fueron puestos a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada, se determinó que la intensión de este grupo era dejar expuestos los cuerpos de las seis personas para “enviar un mensaje” a sus rivales.
Sobre la identidad de las víctimas, Almaguer Ramírez indicó que cuatro ya fueron reconocidas por sus familiares y, presuntamente, se dedicaban a la venta de droga.
Tras esta detención, las autoridades lograron asegurar dos fincas, una en Paseos del Sol, en Zapopan, donde supuestamente se alojaba el grupo que llegó de Veracruz, y otra en Las Pintitas, en Tlaquepaque, donde al parecer fueron asesinadas las seis personas.
