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En una nueva jornada de violencia en los municipios de Culiacán y Mazatlán, seis hombres fueron asesinados; dos de ellos, dentro de un taxi en el estacionamiento de un centro comercial.
La Secretaría de Seguridad Pública de Culiacán dio a conocer que la tarde de este domingo, en el área de estacionamiento de la tienda Walmart ubicada en el fraccionamiento habitacional de la Isla de Musala, los hermanos Francisco Guadalupe y Alexis "N" fueron asesinados con armas con poder para perforar chalecos blindados.
Según la información, los hermanos de 17 y 19 años de edad, vecinos de la colonia Servidores Públicos, fueron interceptados por un comando armado que viajaba en una camioneta, el cual obligó al taxista a descender del vehículo y alejarse del lugar, para luego disparar contra los jóvenes.
Por la mañana, en el interior del rancho El Mauto, ubicado en la sindicatura de Imala, el joven Jorge "N", de 30 años de edad, fue privado de la vida de varios disparos en una aparente riña familiar.
Los datos aportados refieren que en ese lugar, la noche del sábado pasado se celebró una posada, la cual concluyó en las primeras horas del domingo, pero por cuestiones que se desconocen, la víctima inició una discusión con un tío, quien sacó una pistola y le disparó.
El presunto agresor logró huir del lugar, por lo que la Policía Ministerial del Estado inició su búsqueda.
Por la mañana, en un parque ubicado casi frente a una escuela de nivel preescolar en el fraccionamiento Los Portales, en Mazatlán, fueron localizados los cadáveres de tres personas del sexo masculino, todos ellos jóvenes, los cuales presentaban golpes y disparos en la cabeza.
Las víctimas que vestían pantalones de mezclilla, no portaban ninguna identificación y tenían las manos atadas a la espalda.
En el mismo municipio de Mazatlán, en la comunidad serrana de Tecomate, el joven Gustavo "N", de 29 años de edad, fue asesinado a tiros por desconocidos.
Se informó, además, que en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública de Mazatlán se recibió un reporte de un supuesto enfrentamiento armado entre bandas rivales, con un saldo de una persona muerta y dos lesionados, por lo que se envió un grupo mixto de policías, con respaldo del Ejército.
Los peritos en balística y forenses que acompañaron al convoy de agentes de la policía y militares sólo certificaron el asesinato de una persona.
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