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En el pueblo de Rubí Ibarra, en el llamado Altiplano Potosino, comenzaron las maniobras de limpieza para recibir a las personas que asistirán a los XV años; las mujeres salieron con sus escobas a emparejar el acceso a la presa (seca) y quemar ramas y desechos, porque ahí no llega el camión recolector de basura.

La comunidad la componen alrededor de 30 viviendas habitadas por al menos 200 personas, en un área sin servicio de agua potable ni drenaje; apenas tienen escuela primaria en el turno matutino, y a la vista hay una sola tienda.

“Nos da mucho gusto por Rubí, que la estén felicitando, que la lleven a la televisión, que vaya a venir tanta gente y hasta el gobernador (Juan Manuel Carreras), para que vean las necesidades que tenemos y que por lo menos nos emparejen las entradas”, comentó María mientras barría el camino a la presa, que el 26 de diciembre será la pista de baile en los XV Años de Rubí.

En La Joya, ubicada a 20 kilómetros al suroeste de la cabecera municipal, Villa de Guadalupe, no tienen plaza pública, tampoco templo. Hay varias viviendas de migrantes o ganaderos bien construidas, con techo de concreto, enjarres y herrería; la de Rubí es una casa de dos pisos identificada con el número 6 en el medidor de luz, con un amplio patio al frente y a los costados; desde el exterior son visibles un corral de chivas y tres camionetas.

“Rubí vive en la casa grande”, dice don Jesús, vecino del ejido La Joya, de unos 70 años, señalando con el índice el inmueble estilo rural con portón naranja de herrería y adorno floral que sobresale entre otras fincas ubicadas al lado derecho de la Carretera estatal 63 Matehuala-Charcas en el kilómetro 20 desde su entronque con la Carretera federal 57 Matehuala-San Luis Potosí.

Don Crescencio Ibarra, padre de Rubí, se dedica a la compra-venta de ganado, en particular chivas, y es considerado por sus vecinos como un hombre influyente y vinculado con políticos. “Son gente muy conocida”, comentó un pobladora.

La quinceañera es la menor de los cuatro hijos de Crescencio Ibarra y Anaelda García; la mayor de sus hijas, Bervely Ibarra, es regidora del Ayuntamiento de Villa de Guadalupe, aunque radica en el municipio de Matehuala, localizado a 40 minutos de distancia en vehículo, en donde también estudia.

El alcalde de Villa de Guadalupe, Raúl Castillo Mendoza (PRI), señaló que la regidora se encuentra en otro municipio porque estudia, pero siempre está presente en las sesiones de Cabildo de esta localidad, que cuenta con 8 mil habitantes distribuidos en 58 comunidades.

En el pueblo no hay trazos de calles ni banquetas, tampoco red de telefonía celular. El lugar más próximo con servicios es la cabecera municipal, y está a unos 16 kilómetros de distancia. La gente vive de la ganadería y la agricultura de temporal, por lo que se batalla, sobre todo cuando no hay lluvias, además tienen ingresos por las remesas que los migrantes envían a sus familias.

Castillo Mendoza señaló que a Villa de Guadalupe, ubicada a 192 kilómetros al norte de la capital potosina, se le tiene olvidada desde administraciones estatales pasadas. Ahora es mencionada por la popularidad que en Facebook alcanzó una de sus habitantes y se espera que el municipio sea tomado en cuenta por las autoridades para su desarrollo.

En la zona conocida como “Ruta de los Agaves y Minera” se tienen lugares de gran atractivo turístico que requieren ser rescatados y promovidos, para atraer visitantes y generar beneficios comunitarios y de servicios, dijo.

De entrada, la fama alcanzada por Rubí atrajo la atención de ingenieros y técnicos de Telcel que desde el viernes pasado recorren la zona serrana que rodea La Joya para ubicar el sitio óptimo para la colocación de antenas a efecto de tener señal de telefonía celular e internet, y propiciar la comunicación para las personas que acudan a los XV Años.

La misa por los XV años de Rubí será a las 13:30 horas en la capilla de la ex hacienda de Zaragoza de Solís, que data del siglo XVIII, ubicada a cinco kilómetros de distancia de la casa de la festejada y a la que sólo fueron invitados los familiares, amigos cercanos y padrinos de la adolescente.

El recinto religioso tiene capacidad para 200 personas, por lo que la única opción para que más gente participe de la celebración sería colocando pantallas gigantes en el exterior de la capilla. La celebración religiosa será oficiada por el padre Felipe, encargado de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, que se encuentra en la cabecera municipal.

Aunque muchos se han apuntado como padrinos de la joven y le han ofrecido diversos regalos, quienes la acompañarán en la misa son sus padrinos de bautismo Angélica García y Juan, quienes viven en Monterrey. En la región se acostumbra que los padrinos de pila sean los mismos que acompañen y coronen a las quinceañeras.

Después de la celebración de acción de gracias, los padres de la festejada ofrecerán una comida en la que habrá mole rojo con carne de cerdo, que en la región se le conoce como “asado”, con sopa de arroz y barbacoa. El banquete está programado sólo para 800 personas, a las que los anfitriones les entregaron una invitación directa. “Somos muy conocidos en el pueblo”, dijo Bervely Ibarra García. Una cocinera de Matehuala fue contratada por su madre para que preparara la vianda.

El viernes pasado en una conversación con el alcalde, el padre de Rubí le comentó que la comida podría alcanzar hasta para 3 mil o cuatro mil invitados, y que “ese no es tema de preocupación”.

Pedro Ibarra, hermano de don Crescencio, dijo que tienen un año con los preparativos de la fiesta de su sobrina, con la contratación de los grupos musicales, el vestido, las invitaciones, la comida y bebidas. Y es una costumbre que al baile llegue la gente de todas las rancherías y ellos mismos se traigan sillas o bebidas. “Los papás de la festejada sólo ponen la música”,

Alrededor del baile se colocan tiendas ambulantes o vendedores de cerveza en camionetas. Por eso, dijo que no habrá problema para que las miles de personas que podrían llegar consuman lo que necesiten, explicó.

LA PISTA

En la presa (seca) de La Joya, rodeada de mezquites y nopales, se llevará a cabo el baile. El lugar hace las veces de parque de la comunidad, a la que los pobladores colocaron bancas de concreto, columpios en los mezquites y es donde los habitantes llevan a pastorear sus animales.

El sitio que se adaptará como pista de baile, con baños secos, se encuentra a unos 150 metros de la casa de Rubí, del lado contrario de la carretera.

El alcalde señaló que el “escenario” tendrá capacidad para 10 mil personas, que son las que “se estima” podrían arribar al baile, y en sus alrededores se tiene espacio para que los turistas puedan instalar casas de campaña, debido a que en La Joya no hay hotel, y el que se tiene en la cabecera municipal dispone sólo de diez habitaciones.

Este sábado el alcalde y representantes de Protección Civil, Seguridad Pública, ambulancias y bomberos recorrieron la presa para definir los perímetros de la pista de baile, el área de campamento y estacionamiento, en donde esperan meter unas dos mil camionetas.

También analizó el área de templetes para los cuatro grupos musicales contratados por el padre de la festejada. Y en su caso para montar la escenografía para la presentación de “El Mimoso” (ex vocalista de la Banda El Recodo).

Pedro Ibarra informó que este viernes habló con el cantante, quien preguntó sobre las condiciones de seguridad en el lugar y le reiteró su intención de estar en los XV años de Rubí.

El tío de la quinceañera comentó que en los terrenos que se encuentran en la parte alta de las viviendas se ordenará la zona para que se estacionen hasta dos mil camionetas. Pero ante la multitud que se espera es necesario organizar el “parqueo”.

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